Manuel García Viejo, el servicio incansable a los demás

Manuel García Viejo era un hombre entregado, sencillo, dedicado completamente a los demás. Su retrato, el de un hombre de cerca de 70 años pero con una fuerza incansable, se pinta con las palabras de alabanza que le dedican los que le conocen.Ahora, enfermo de ébola, está siendo tratado en Madrid, después de más de 30 años en África."Siempre estaba disponible, a la hora que fuera, como fuera". La religiosa Patricia Domingo trabajó con él en Sierra Leona. Estuvo tres años en el país, pero fue durante un mes en el que trabajó en el hospital de Lunsar junto al misionero español cuando llegó a conocerlo más de cerca.

Este le llegó a tratar cuando ella tuvo Malaria, y durante ese tiempo, llegó a ver la intensa vida de dedicación que lleva el misionero en su hospital. Un misionero y médico 24 horas: "Está super entregado a la misión. Iba a visitar a los pacientes a las 8 y media,hacía la ronda, hacía cirugías, tenía consultas,luego iba a comer rápido a las dos y media y por la tarde volvía, a visitar a más pacientes. Incluso a pesar de su edad, tiene casi 70 años, es un hombre muy entregado a la misión", cuenta.

Una total entrega a la que no ponía impedimento su edad, "recuerdo una noche en 2012, creo, cuando fuimos con una paciente y hubo una emergencia sobre las 8 de la tarde, yel hermano Manuel ya estaba poniéndose el traje de quirófano, buscando a enfermeras, a los voluntarios españolas que estaban allí".

Además, un hombre muy querido, "hace dos años celebramos su 50 años de religiosos, y estuvo todo el hospital.Es una persona muy conocida, muy querida", explica Patricia Domingo. "Le llaman doctor Emmanuel,porque no saben pronunciar Manuel", cuenta. "Es mi referente", cuenta la religiosa, que acudió a Sierra Leona tres meses en 2005, uno en 2011 y, después, se instaló definitivamente durante tres años en el país. "Siempre que tenía dudas, pacientes graves, mujeres embarazadas, lo llamaba por teléfono".

Manuel García Viejo era "una persona afable, serena, muy generosa", explica Rafael Armada, periodista, que concidió hace un tiempo con el médico y misionero enSierra Leona, "está feliz allí, lleva diez años y está muy contento con su labor", cuenta. El médico ha sido trasladado a España después deser contagiado de ébola. Armada coincidió brevemente con García Viejo en un viaje al país,a la localidad de Lunsar, y describe los pocos medios con los que tienen que trabajar en el centro, que fue levantado prácticamente de cero después de la guerra.

"Llegó en el año 2001 después de la guerra.Nos decía que es lo que a él le hacía feliz,aunque no pudiera solucionar todos los problemas. Era cordial, nos acogió muy bien, era sereno, sencillo. En el hospital era muy querido, es una persona entregada completamente", cuenta.

"Visitamos el hospital de San Juan de Dios en Lunsar,un sitio con 130 camas y 4 médicos. Con medios limitados hacen un trabajo muy grande, en temas de maternidad, por ejemplo, tienen 600 partos al año". Un sitio en el que tienen que hacer frente a la falta de material, cuando estaba allí, recuerda Armada, "estaban sin máquina de rayos X", una situación ante la que simplemente podían esperar, pero que, desde la guerra, había avanzado mucho.

Es el principal centro médico de la zona. "Es una zona muy pobre, no hay mucho", explica, "me llamaba la atención que tenía todo en orden, la limpieza.Y que a pesar de ser modesto, funcionaba", explica Armada.

El Hermano Manuel García Viejo es médico especialista en medicina interna y diplomado en medicina tropical, y pertenece a la OHSJD desde hace 52 años,dedicando los últimos 30 a trabajar en África. Desde hace 12 años es eldirector médico del Hospital SanJuande Dios en Lunsar, según informó la ONG Juan Ciudad en un comunicado.