Llega septiembre y, con él, la vuelta a la rutina. Trabajo, colegio, tareas del hogar y demás actividades diarias que nos acompañan durante el año. Una de ellas es la preparación de la comida para llevar a la oficina. Cada persona tiene sus pequeños 'trucos', como echar un poco más para que sobre y llevárselo al trabajo, ir a casa de los padres a ver si 'cae' algo o cocinar durante horas los fines de semana para no tener que volver a pisar la cocina de lunes a viernes.
Esta técnica se conoce como 'batch cooking' y consiste en elaborar múltiples recetas a la vez o crear preparaciones intermedias que se pueden combinar en unos minutos sin la necesidad de cocinar. Si se realiza de forma correcta, tiene ventajas como un ahorro de tiempo y de dinero, ya que se puede planificar la compra, no improvisar en el supermercado y aprovechar bien los alimentos en los diferentes platos. Esto también permite una mayor facilidad para elaborar platos con calidad nutricional.
Si bien es cierto que para elaborar varias recetas a la vez se necesita espacio y utensilios. Mientras está encendida la olla hay que ir preparando los siguientes ingredientes. Y muy importante, para evitar que la comida se estropee antes de consumirla, hay que tener fiambreras y táperes herméticos, además de un frigorífico que mantenga bien el frío y un congelador.
Pero también hay personas que deciden cocinar todos los días porque tienen una familia grande o porque prefieren desconectar los fines de semana. De cualquier forma, siempre hay alimentos que se mantienen mejor en el táper y que mantienen mejor el sabor al calentarlos en el microondas. Estas son algunas ideas de menús para llevar a la oficina sin gastar demasiado dinero.
Ensaladas de legumbres
Lentejas, garbanzos, alubias o judías son algunas de las legumbres que más consumimos en España. Nutricionalmente hablando, son una fuente de proteínas de origen vegetal, tienen un alto contenido en fibra y reducen el colesterol. Además, son económicas y permiten cocinar muchas raciones de una vez sin demasiada dificultad. Se pueden congelar y recalentar en el microondas sin que pierdan el sabor ni sus beneficios nutricionales.
Por si fuera poco, son ideales para hacer 'batch cooking' en invierno y en verano, ya que sirven como platos principales calientes, pero también se pueden comer frías en ensaladas.
Estofado de ternera
Este es uno de los platos que mejor podemos disfrutar en el táper de la oficina, algo que no se puede decir con muchas comidas. El motivo es sencillo: su sabor mejora con el paso de las horas, incluso de los días. Cada uno puede elegir la receta que más le guste, pero queda ideal si se elabora con cebolla, zanahoria, pimienta y tomate y se riega con vino tinto, Más aún si se realiza con una olla de cocción lenta durante horas. La carne queda melosa y se deshará en la boca, haciendo más llevadera la jornada laboral.
Salteado de verduras
El acompañante ideal para los platos de todos los días de la semana puede ser un salteado de verduras. Se cocina en cantidad una vez y nos sirve para varias recetas. Se pueden guardar en la nevera o incluso en el congelador sin que pierdan propiedades nutricionales. Nos servirán no solo como guarnición de platos de carne o pescado, sino también para rellenar unas sabrosas tortillas de trigo como si fueran burritos. Se calientan en el microondas de la oficina y listas para comer en unos segundos como recién hechas.
Lasaña de berenjenas
Esta receta es una opción para comer un plato diferente y sabroso, pero que no nos va a aportar demasiadas calorías extra al cambiar la berenjena por la pasta. Lo primero es cortarla en láminas horizontales, dejar que suelte el exceso de agua y dorarlas primero en el horno y después pasarlas por la sartén para que no se partan. Una vez lo tenemos, colocamos una capa de berenjenas, una de queso mozzarella y otra de queso ricotta, aderezado con hierbas italianas y salsa de tomate, con cebolla, ajo y aceite de oliva. Se lleva al horno a 200 ºC durante media hora y en unos minutos tendremos una receta ideal para nuestro táper.
Kartoffelsalat
Aunque por el nombre no la conozcas, es la ensalada de patata tradicional de Alemania, aunque se come en muchos otros países del este de Europa. La receta es muy sencilla, ya que solo hay que cocer las patatas y preparar una salsa con mayonesa, mostaza, cebolla muy picada y pepinillos agridulces. Una vez tengamos todo, lo mezclamos en el táper y lo dejamos enfriar en la nevera.
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