El Cairo, 8 ene.- El Ejército Libre Sirio (ELS) anunció que sus brigadas han lanzado hoy dos ataques contra las fuerzas del régimen sirio en las provincias de Deraa y de Deir al Zur, sin precisar los daños que ha causado esta ofensiva.
El subcomandante en jefe de este grupo, Malik Kurdi, aseguró a Efe que sus tropas atacaron puestos de control del Ejército en la localidad de Dael, en la provincia meridional de Deraa, lo que causó un numero indeterminado de muertos y heridos en las filas de las fuerzas gubernamentales.
Kurdi explicó que el dispositivo militar desplegado en estos puestos "humillaba a los ciudadanos y les limitaba la libertad de circulación".
"Como los ciudadanos se niegan a pagar las facturas de electricidad, las fuerzas no les dejan abandonar su localidad si no llevan con ellos pruebas que demuestren que han pagado", explicó.
El militar desertor agregó que, en la segunda operación, el ELS atacó a cinco vehículos que transportaban a agentes de seguridad y a miembros de los grupos de "shabiha" (matones del régimen), en la localidad de Al Bukamal, en la provincia nororiental de Deir al Zur.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó hoy de que al menos once soldados del ejército leal al presidente, Bachar al Asad, murieron y más de 20 resultaron heridos en ataques de militares desertores en la localidad de Qasr al Harir, situada en la provincia de Deraa.
El organismo agregó que el ataque, que produjo un enfrentamiento violento entre las dos partes, terminó también con la deserción de otros nueve soldados.
El "número dos" del ejército rebelde explicó que es difícil que sus tropas comprueben el numero de víctimas que causan sus ataques, porque se retiran de manera rápida de la escena de los enfrentamientos.
Los militares sublevados del ELS anunciaron el pasado miércoles que preparan un cambio de estrategia en su lucha contra el régimen de Al Asad y pasarán a la ofensiva para "debilitar a las fuerzas opresoras".
Según las conclusiones de un informe presentado hoy ante la Liga Árabe, la misión de observadores en Siria ha constatado que la violencia continúa en este país y que las fuerzas militares siguen desplegadas en las ciudades.
Según la ONU, más de 5.000 personas han perdido la vida en Siria desde que comenzaron las protestas contra el régimen de Bachar al Asad el pasado marzo.
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