Mínimo histórico de muertes en carretera: 1.128 fallecidos en 2013

  • En 1960, primer año en el que la DGT contabilizó los accidentes de tráfico, perdieron la vida 1.300 personas cuando circulaban por las carreteras españolas un millón de coches. Más de medio siglo después, con 31 millones de vehículos, la cifra de muertos se ha colocado en el mínimo histórico, 1.128.

Madrid, 3 ene.- En 1960, primer año en el que la DGT contabilizó los accidentes de tráfico, perdieron la vida 1.300 personas cuando circulaban por las carreteras españolas un millón de coches. Más de medio siglo después, con 31 millones de vehículos, la cifra de muertos se ha colocado en el mínimo histórico, 1.128.

Un dato "incontestable", como ha dicho hoy el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, al presentar los datos de siniestralidad provisionales de 2013, que arrojan un 13 por ciento menos de víctimas mortales en vías interurbanas, contabilizadas a 24 horas después del accidente, que el año anterior, cuando se registraron 1.301.

No obstante, el ministro ha insistido en que siguen existiendo 1.128 "poderosísimas razones" para seguir trabajando por mejorar la seguridad vial y "pelear" por unas carreteras sin muertes después de diez años consecutivos de disminución de la siniestralidad.

Además de los fallecidos, en los 994 accidentes mortales registrados (un 15,5 por ciento menos) hubo 5.206 heridos graves, un 15,7 por ciento menos que en 2012.

Un dato más que constata los mejores resultados es que durante todo el año pasado en 29 días no se produjo ningún accidente mortal, entre ellos el día de Nochevieja, frente a los 19 con cero fallecidos que tuvo 2012.

En esa curva descendente de la siniestralidad, el ministro ha querido resaltar la rebaja en un 65 por ciento de las víctimas entre 2005 y 2013, aunque también ha disminuido en un 10 por ciento el número de movimientos de largo recorrido y ha aumentado en un 13 por ciento el parque de vehículos y en un 22 por ciento el censo de conductores.

Siguen siendo las carreteras convencionales las que acaparan ocho de cada diez fallecidos (898 el pasado año), mientras que las autovías concentran el 16 por ciento (178) y las autopistas el resto (52).

Tanto en vías de gran capacidad como en carreteras convencionales el tipo de accidente más frecuente es la salida de vía, con el 38 y el 37 por ciento respectivamente del total, por delante de la colisión frontal en el caso de las vías secundarias y de la colisión múltiple o por alcance en autopistas y autovías.

En la práctica totalidad de los grupos de edad ha descendido la siniestralidad, especialmente entre los 35 y 44 años, aunque acumulan el mayor número de fallecidos, 199.

La excepción es el colectivo de entre 65 y 74 años, el único en el que ha aumentado la cifra de fallecidos, en concreto un 10 por ciento al pasar de 116 en 2012 a 126 el pasado año.

A pesar de este repunte, el ministro ha reiterado, como ya hiciera hace unas semanas, que el Gobierno no se plantea volver a examinar a los conductores de mayor edad porque considera que la política permanente de educación vial pueden bastar si son especialmente intensas en esos tramos.

Ha terciado también en este asunto la directora general de Tráfico, María Seguí, quien ha recordado que el futuro nuevo reglamento de circulación incluirá medidas para que se identifiquen mejor las enfermedades y patologías que puedan influir en la capacidad de conducir.

Entre los datos más llamativos figuran 138 peatones muertos, lo que representa el 12 por ciento del total.

Uno de cada cinco fallecidos el año pasado en accidente de turismos y furgonetas no llevaba puesto el cinturón de seguridad y 8 de los 188 motoristas muertos no usaban el casco. Seis de los 29 niños menores de 12 años fallecidos tampoco iban protegidos con los sistemas de retención infantil.

Diez ciclistas de los 36 que perdieron la vida en las vías interurbanas, donde es obligatorio llevar casco, no portaban este elemento de seguridad, ni tampoco 6 de los 27 usuarios de ciclomotores que fallecieron en la carretera.

Si se hubieran utilizado estas protecciones, ha enfatizado el ministro, se podían haber salvado 80 vidas y el descenso de la siniestralidad hubiera pasado en términos porcentuales del 13 al 19 por ciento.

Por tipo de usuario, el número de muertes solo ha subido con respecto a 2012 entre los motoristas (2 más), en los autobuses (9 más pero por el accidente en la localidad abulense de Tornadizos, en el murieron 9 personas), entre los camioneros (1 más) y en los peatones (6 más).

La conciencia y civismo de los conductores, unido a las políticas de seguridad vial y las labores de control han sido factores que han contribuido a esta mejora de los datos. Ojalá, ha deseado el ministro, 2014 termine con una cifra por debajo de los 1.000 fallecidos. EFE

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