Muchos peregrinos vuelven a casa, pero otros aprovechan para hacer turismo

  • Muchos de los peregrinos que han asistido a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que terminó ayer, están regresando a casa, pero otros aprovechan los días libres que les quedan para visitar otras ciudades españolas y europeas en tren, autobús y avión.

Madrid, 22 ago.- Muchos de los peregrinos que han asistido a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que terminó ayer, están regresando a casa, pero otros aprovechan los días libres que les quedan para visitar otras ciudades españolas y europeas en tren, autobús y avión.

Las estación ferroviaria de Atocha y la Sur de autobuses estaban llenas esta mañana de grupos de peregrinos que hacían largas colas en las taquillas para comprar billetes o esperaban la hora de partir.

Ayer y hoy "han sido dos días horribles", de gran afluencia, según ha reconocido a Efe un trabajador de la estación de autobuses.

Según fuentes de Renfe, no se han reforzado los servicios de trenes de media y larga distancia para estos días, algo que sí ocurrió con el servicio de Cercanías durante la semana de la JMJ.

"Vamos a coger un tren a Sevilla, donde estaremos tres días. De ahí iremos a Toledo, luego volveremos a Madrid para volar a París y, desde allí, a México", ha explicado a Efe Elisabeth González, mexicana de 31 años, que ha venido a la JMJ con un grupo de amigos.

Igualmente, el brasileño Anderson Da Silva también aprovecha los días que le restan de vacaciones para conocer otras ciudades españolas: "Me vuelvo el 26 de agosto, pero ahora voy a visitar Toledo y luego quiero ir a Ávila".

Por la cercanía a Madrid y su patrimonio histórico-artístico, Toledo es uno de los destinos preferidos por los peregrinos, como Angy Patch, de Malta, que pasará el día allí con su grupo.

Maximiliano Du Ri, argentino de Buenos Aires, ha hecho cola en Atocha para conseguir un billete que lo lleve a la ciudad del Tajo, aunque ha afirmado que tampoco le importaría ir a Segovia.

Algunos jóvenes tienen miedo de quedarse sin plaza, como Patricia Bago, de Italia, que esperaba nerviosa frente a las taquillas del ferrocarril: "Voy a visitar Alemania; tengo un vuelo a las ocho de la tarde desde Barcelona a Colonia. Espero que haya sitio en el tren, porque en el autobús ya no queda".

También esperaba un tren a Barcelona Nicole Guigayoma, filipina de 20 años, que pasará la noche en la capital catalana y regresará a su país mañana.

Entre los españoles, Camino Salazar, de 18 años, ha elegido el tren para regresar hoy con su hermana a Valladolid, después de trabajar toda la semana como voluntarias de la JMJ.

"Estoy agotada, pero me ha encantado la experiencia", ha enfatizado en declaraciones a Efe.

En la Estación Sur, en Méndez Álvaro, Claudia González, de 15 años, esperaba con sus amigas un autobús que las llevará de vuelta a Altea (Alicante).

"No nos queremos volver", ha dicho la peregrina, que aún llevaba puesta la camiseta "oficial" amarilla y roja.

A la gallega de 16 años Nerea Pena le esperan ocho horas de autobús hasta Orense.

"Vinimos en tren, pero para la vuelta no quedaban plazas y, además, el ferrocarril es más caro", ha contado.

Por su parte, Ana Cristina, colombiana de 40 años, ha cogido un autobús para visitar Ávila antes de volver a Roma, donde reside.

"Quiero conocer esta ciudad porque en ella está en Museo de Santa Teresa de Jesús y otros edificios religiosos", ha argumentado.

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