Ojeda, ante su regreso en Ronda: "Tengo las emociones por encima de la piel"

Javier López

Madrid, 6 sep.- Tan sólo 48 horas restan para que Paco Ojeda vuelva a pisar un albero tras nueve años alejado de la profesión. Será en Ronda (Málaga), este domingo, en un mano a mano de rejones con Diego Ventura, un reto que le ilusiona como pocos: "No tengo las emociones a flor de piel sino por encima de ella".

"Tengo la ilusión de un niño por volver a reencontrarme con el toro. Según se acerca el día aumenta también la responsabilidad de querer estar a la altura después de haber conseguido sobreponerme a un cáncer de médula del que, me dijeron, podría haberme quedado en silla de ruedas", señaló Ojeda en entrevista a EFE.

El regreso de uno los revolucionarios del toreo en la década de los ochenta, y actual Premio Nacional de Tauromaquia (instituido por el Ministerio de Cultura), tendrá lugar en el festejo de rejones de la feria goyesca de Ronda, mano a mano con el actual número "uno" del toreo a caballo, Diego Ventura, un reto que le asusta y motiva a partes iguales.

"Ronda es un marco es incomparable, una plaza en la que se respira toreo por los cuatro costados, y el 'monstruo' de compañero con el que me mido es para estar, cuanto menos, asustadito", dijo entre risas Ojeda.

"Pero bueno -prosiguió- yo voy a poner todo de mi parte, voy a tratar de estar a la altura de las circunstancias para no defraudar a un público al que respeto por encima de todo, y demostrar así que Paco Ojeda está más vivo que nunca".

Ojeda, además de un gran torero, representa un caso muy singular en la profesión, al ser uno de los pocos que, tras varias idas y venidas como matador de toros, decidió escribir sus últimas páginas en la profesión como rejoneador, especialidad en la debutó en 1994.

"De las dos formas he sido feliz. Cuando toreaba a pie he cosechado triunfos muy importantes en mi carrera y es, quizás, como más se me conozca; pero el rejoneo me ha aportado mucho también, tanto que a día de hoy, y con mis limitaciones, ha sido el salvoconducto para que vuelva a torear", reconoció.

No obstante, siempre quedará en la retina de los aficionados el "ojedismo", esa manera de torear tan singular como valerosa por la forma tan comprometida que tenía de pisar de terrenos y de enfrentarse con los toros, una "forma de vida" que, aunque le hubiera hecho "mucha ilusión" volver a sentir, sin embargo, no podrá llevarla a cabo nunca más.

"Me hubiese encantado torear a pie, pero la pierna izquierda la tengo muy 'tocadita' de la operación y he tenido que ejercitarla muchísimo para algo tan simple como que no se me escape el estribo. Imagínate que cosa más normal... como para pensar en torear a pie", confesó.

"Pero, aún así, puedo asegurar que hoy por hoy soy muy feliz. Desde que salí del quirófano he ido superando y dominando muchas cosas, tantas que por fin puedo reencontrarme con la que ha sido y será mi vida, el toreo, y aunque no pueda hacerlo a pie, la faceta de rejoneador que asumí antes de retirarme me ha dado ahora esta nueva oportunidad", apostilló.

Pero la tarde de Ronda no será la última que afronte esta temporada Ojeda, ya que el torero sanluqueño reaparecerá también en Francia, donde es considerado un auténtico ídolo, más concretamente en Nimes, donde se volverá a ver la cara con Diego Ventura para dar la alternativa a la amazona gala Lea Vicens.

"Si Ronda me ilusiona, Nimes es una plaza que estoy loco por pisar, pues allí he vivido tardes inolvidables y es, además, un país donde siempre me han querido mucho", afirmó.

Ojeda ha confirmado también que estas dos tardes no serán dos citas ocasionales, ya que "si no se tuerce nada" su objetivo es seguir toreando en 2014", pero no una temporada completa sino hacer algunas cosas bonitas en sitios agradables", concluyó.