Comisión del Estatuto de los Diputados

De sexólogas a escritores o socorristas, las otras profesiones de los diputados

Todas estas profesiones deben ser compatibles, y por tanto legales, con su labor en el Congreso, aunque muchos causan baja para evitar conflicto de intereses.

Pleno del Congreso
Pleno del Congreso
EFE

Muchos de los diputados que componen el Congreso de los Diputados no se dedican en exclusividad a su labor pública, sino que además desempeñan otras profesiones. Desde sexólogas a escritores o socorristas, la vida laboral de los diputados es bastante variada, como figura en el informe sobre actividades que la Comisión del Estatuto de los Diputados aprobó el jueves pasado por unanimidad y al que ha accedido Efe.

Es un trámite obligatorio, regulado por la ley electoral y por el reglamento de la Cámara, destinado a evitar incompatibilidades, y en consecuencia, conflictos de intereses. Así, las profesiones deben ser compatibles, y por tanto legales, con el puesto de diputados, aunque muchos deciden causar baja en otros trabajos para evitar incompatibilidades con su cargo. El dictamen lo tendrá que aprobar el pleno en una próxima sesión (aún sin fecha) para que sea público y cualquier ciudadano vea esta información en la web del Congreso.

No consta en el dictamen ninguna incompatibilidad, así que sus señorías han cumplido. Algunos, no obstante, tuvieron que hacer ciertos trámites para zanjar posibles irregularidades, asesorados por los servicios de la Cámara, han explicado fuentes parlamentarias. El informe aporta una mirada sobre "las caras b" de los diputados: sobre lo que han sido, sobre lo que son o sobre a qué dedican el tiempo libre.

La diputada Isabel Pozueta es sexóloga, tal y como ella misma pone en su ficha parlamentaria. Y el diputado Rafael Fernández-Lomana es socorrista, algo público. Sin embargo, ambos han causado baja en sus profesiones para evitar incompatibilidades con sus cargos en el Congreso. También hay escritores... Bueno, sería más preciso decir que hay diputados que escriben y que cobran derechos de autor por ello. El presidente, Pedro Sánchez, así lo señala, igual que el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias. Que cobren y tengan acta parlamentaria es compatible.

Un nutrido grupo da conferencias y seminarios y talleres, algo que no puede reportar ingresos del sector público ni menoscabar su dedicación parlamentaria. Otra representación considerable participa en tertulias o colabora con medios: el propio Iglesias dice que dirige y presenta el programa "Otra vuelta de tuerka". 

La secretaria de Estado Noelia Vera (cargo compatible con el de diputada) es redactora ocasional en otro programa de Internet, y su compañera de Unidas Podemos Sofía Castañón es administradora solidaria de una productora audiovisual. La clave es no recibir subvención ni dinero público de ninguna clase, y esto es algo que Castañón deja claro.

Ella acude, además, a recitales de poesía y a charlas literarias, y también las organiza, una muestra de que el arte recorre la vida de sus señorías. Pedro Jesús Requejo, diputado de Vox por Zamora, es escultor y cobra derechos por ello.

Más común es encontrar bagajes académicos entre los parlamentarios españoles, lo que no supone ningún problema si esa dedicación es esporádica. Ahora bien, quien sea profesor contratado o catedrático habrá tenido que pedir una excedencia para ser diputado.

Pau Marí Klose, del PSOE, es un ejemplo, y es alguien con prestigio en el mundo docente. Como lo es en el ámbito médico Juan Luis Steegmann, de Vox, hepatólogo de renombre, jefe del Grupo de Investigación de Terapias Avanzadas en Oncohematología del Instituto de Investigación del Hospital de la Princesa, en Madrid, como señala el dictamen. Está en excedencia.

Otro ejemplo de trayectoria con mayúsculas es el de Marta Martín, de Cs, catedrática de la Universidad de Alicante (en servicios especiales ahora), autora de numerosos artículos científicos, investigadora en activo (aunque "no sobrepasa las cuatro horas semanales") y "docente ocasional" en varios centros.

Formar parte de una lista electoral y salir elegido entraña algún que otro riesgo. El "hola" al Congreso va acompañado de un "adiós". El "adiós" a un trabajo, a un negocio, a una forma de vida. Resulta llamativo el caso de Juan Antonio Callejas, diputado del PP por Ciudad Real y alcalde del municipio de Villamayor de Calatrava. Hasta aquí todo "normal" y compatible. Pero es además alférez odontólogo reservista voluntario de las Fuerzas Armadas, "prestando servicio sólo al ser activado previa publicación en el Boletín Oficial del Ministerio de Defensa". Veredicto: también compatible.

Diputados con negocios propios

Por si fuera poco, Callejas tiene una clínica dental en Ciudad Real, y Ana Prieto, del PSOE, una farmacia en Lugo. Emprender un negocio o ser empresario es común en un número destacado de diputados, aquí no hay colores políticos que distingan a nadie. 

Víctor González Callo de Portugal es socio de una empresa familiar dedicada al asesoramiento en asuntos energéticos y Celso Delgado, administrador único de una empresa de asesoría jurídica. Son dos ejemplos. Dos casos de compatibilidad con el acta parlamentaria. Carlos Rojas cuenta con participaciones minoritarias en sociedades agrícolas y José Losada, con una explotación agrícola que recibe subvención de la PAC.

Hay alcaldes y concejales que también son diputados, lo que se puede compaginar si renuncia el afectado a la retribución de la corporación municipal. Pedro Fernández y Javier Ortega Smith, de Vox, así lo han hecho, de modo que sólo cobran lo que les cueste el desplazamiento al ayuntamiento. Es compatible.

Antonio González Terol, del PP, y Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, del PSOE, son cargos en sus partidos y también diputados, y no hay incompatibilidad en ello. El primero dice que cobra del partido, el segundo dice que no y tampoco hay problema, se puede hacer. Santiago Abascal es el único de los líderes políticos que manifiesta que cobra de su partido.

Una mención aparte merece Isidro Martínez Oblanca, diputado de Foro. Enfermero en excedencia, el parlamentario asturiano comunicó su reincorporación provisional al Hospital Cruz Roja de Gijón, al que pertenece, para ayudar a sus colegas frente a la pandemia del coronavirus. Fue voluntario. No cobró. Contrajo la enfermedad. Se ha recuperado. Ha vuelto ya a su escaño. Y esto, también, es compatible.

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