P.Rico recicla un 11,3 % de desperdicios sólidos cuando debe ser de un 35 %

  • La tasa de reciclaje de desperdicios sólidos en Puerto Rico ronda el 11,3 %, un porcentaje muy inferior a lo establecido por la legislación local vigente que lucha contra la proliferación de basura en la isla.

San Juan, 3 oct.- La tasa de reciclaje de desperdicios sólidos en Puerto Rico ronda el 11,3 %, un porcentaje muy inferior a lo establecido por la legislación local vigente que lucha contra la proliferación de basura en la isla.

La directora ejecutiva de la Junta de Calidad Ambiental de Puerto Rico, Laura Vélez, señaló hoy a Efe que en la isla caribeña hay falta de infraestructuras para el reciclaje, una de las causas de que tan bajo porcentaje de residuos sólidos sean tratados.

La legislación vigente en la isla establece que se debe reciclar un mínimo del 35 % de los residuos sólidos producidos a nivel local.

"Hay pocas instalaciones de reciclaje en Puerto Rico y algunas no cumplen con la normativa federal", reconoció la directora ejecutiva de la Junta de Calidad Ambiental.

Vélez indicó que otro problema es que no hay un control de la cantidad de desperdicios sólidos que llegan a los vertederos.

"En general en Puerto Rico hay un mal manejo de los desperdicios sólidos y por ello es necesario que se establezcan nuevas estrategias", sostuvo la funcionaria.

A su juicio, es evidente que muchas empresas no cumplen con la normativa de reciclaje que se exige al sector privado y tampoco todos los municipios de la isla disponen de medios ni de sistemas de recogida adecuados.

El Legislativo puertorriqueño trabaja estos días para elevar ese porcentaje del 11,3 % y lograr que se dé cumplimiento a la Ley para la Reducción y el Reciclaje de los Desperdicios Sólidos en Puerto Rico (Ley 70), que tiene ya más de dos décadas de antigüedad pero que sigue sin cumplimiento efectivo.

La ley establece que en Puerto Rico debe reciclarse el 35 % de los residuos sólidos generados, porcentaje con el que se quiere atajar el problema de la acumulación de basura en la isla y contribuir así a combatir su efecto nocivo en el medioambiente.

Esas estadísticas oficiales, de la Autoridad de Desperdicios Sólidos de Puerto Rico, fueron presentadas esta semana en una vista pública celebrada en el Senado local sobre el asunto, en la que tomó parte la vicepresidenta del Complejo de Reciclaje Hugo Neu Américas, Mariedy Collazo.

Hugo Neu Américas, en proceso de instalación en San Juan, es una subsidiaria de Hugo Neu Corporation, sociedad con sede en Nueva York y dedicada a la puesta en marcha de proyectos empresariales de reciclaje desde hace 60 años.

"A pesar de haber transcurrido más de veinte años de la aprobación de la referida legislación, se estima que casi el 40 % del material reciclable termina en los vertederos sin que sea reciclado", dijo Collazo.

Las apreciaciones de Collazo se produjeron dentro de la Comisión de Recursos Naturales y Ambientales que preside el legislador Cirilo Tirado que evalúa la Resolución del Senado 455 para investigar la implementación de la Ley 70.

La isla dispone actualmente de 32 vertederos, lo que en su opinión significa que hay una gran cantidad de terreno en Puerto Rico donde se acumulan desperdicios sólidos sin ningún tipo de control, que a su vez son fuente de contaminación medioambiental e incluso focos para la propagación de virus y enfermedades.

"Como si eso fuera poco, gran parte de estos vertederos podrían tener que ser cerrados por su incumplimiento con las reglamentaciones estatales y federales", advirtió Collazo en referencia a las advertencias en ese sentido transmitidas desde organismos estadounidenses.

Además, dejó entrever que eso puede provocar que la basura pase a acumularse directamente en áreas no previstas para recoger desperdicios, lo que empeoraría aún más la situación en una isla en la que la falta de recursos destinados a estas tareas hace que en ocasiones se transmita una sensación de abandono de determinados espacios naturales.

Dio a conocer que Hugo Neu Americas planea invertir en Puerto Rico 80 millones de dólares en un complejo con tecnología para procesar materiales reciclables como papel, cartón, plástico, equipos electrónicos y metales para convertirlos en materia prima con el fin de venderla en mercados locales e internacionales.

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