Redacción Internacional, 8 oct.- El Partido del Progreso (PP) que encabeza Severo Moto, anunció hoy que no acudirá a la Mesa de Diálogo convocada por el presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, para el próximo noviembre.
El pasado septiembre, el Jefe de Estado ecuatoguineano convocó una Mesa de Diálogo nacional con todos los partidos políticos legalizados y "otras fuerzas políticas no identificadas para alcanzar un consenso político, preservar la paz y lograr una convivencia armoniosa".
Obiang, que advirtió que "la violencia por causa de diferencias políticas no contribuye a favor, sino atenta contra la paz y estabilidad", reconoció que el "ejercicio de la democracia es incompatible con la exclusión, la intolerancia y la descalificación".
En un comunicado el partido opositor dice que "solo la Amnistía General, legalización de todos los partidos políticos que lo deseen, liberación de presos políticos y de conciencia, así como la apertura de un horizonte inmediato de elecciones libres, limpias, democráticas y justas, facilitarían el inicio de un auténtico proceso de transición a la democracia en nuestro país".
El PP en su nota revela que la reunión mantenida con la embajadora de Malabo en Madrid, Purificación Angue Ondo, el pasado día 4, esta formación reiteró su deseo y propósito de "retornar en libertad al país al margen de la Mesa de Diálogo", al tiempo que solicitó a la diplomática eguatoguineana facilitarle "los trámites imprescindibles" para su traslado a Guinea Ecuatorial.
Para el Partido del Progreso la "proclamación de la Amnistía General, la liberación de presos políticos, la legalización de partidos y la celebración de unas elecciones libres democráticas y limpias, no necesita ninguna Mesa de Diálogo Nacional vinculante" sino "depende única y exclusivamente de la voluntad libre" de Obiang.
Asimismo, pide la "rehabilitación" del PP, ilegalizado en junio de 1997, cuando el Ejecutivo de Malabo acusó a Moto, junto a dos miembros de su partido, Aniceto Okenve Obono y Luciona Ndong Esono, de viajar desde España a Angola, "guiados por empresarios españoles e italianos con el propósito de adquirir armas, municiones y explosivos"
El Gobierno de Obiang tomó tal decisión después de que en mayo de 1997, las autoridades angoleñas interceptasen en el enclave de Cabinda un barco ruso "Sana I" con 23 fusiles, 16 cargadores, 80 granadas, 23 lanza-granadas y un número no precisado de pistolas y municiones.
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