Peregrinos musulmanes en La Meca inician sus ritos sumidos en la meditación

  • Más de dos millones de peregrinos musulmanes iniciaron hoy sus rituales durante la llamada jornada de Al Tarueya (reflexión) sumidos en la meditación y el rezo, en un ambiente que las autoridades saudíes quieren mantener libre de irregularidades.

Riad, 24 oct.- Más de dos millones de peregrinos musulmanes iniciaron hoy sus rituales durante la llamada jornada de Al Tarueya (reflexión) sumidos en la meditación y el rezo, en un ambiente que las autoridades saudíes quieren mantener libre de irregularidades.

Vestidos con el "ihram", que consiste en dos piezas de tela blanca sin costura para los hombres y en una túnica larga para las mujeres, los peregrinos entonarán al unísono "Labbaik Allahuma Labbaik" (Aquí estoy, oh señor) durante su estancia en el valle de Mina, vecino a la ciudad santa saudí de La Meca.

Según el Islam, en este valle Abraham acudió para cumplir la orden divina de sacrificar a su hijo Ismael, antes de que Alá le enviara un carnero.

Está previsto que los creyentes permanezcan en Mina hasta la próxima madrugada, cuando comenzarán a subir al monte Arafat, donde el profeta Mahoma pronunció su último sermón "Jutbat al Wadaa" (el sermón de la despedida).

Para facilitar el transporte de los fieles, el Ministerio de la Peregrinación (o "hach", en árabe) ha habilitado 18.500 vehículos junto con el llamado tren de "Al Mashaer" (los sentimientos), dijo el portavoz de este departamento, Hatem Qadi, a la agencia oficial de noticias saudí SPA.

Además, las autoridades saudíes han prohibido la circulación de los vehículos que lleven a menos de 25 personas para evitar atascos cerca de los santuarios.

Al menos una vez en la vida, los musulmanes deben peregrinar a La Meca, aunque este año el número de fieles ha descendido el 3 % en comparación con 2011, según la agencia.

Un responsable de una agencia que se encarga de gestionar la peregrinación de varios países, Mustafa Gamal al Leil, aseguró a la SPA que este año ha preparado el viaje de 250.000 fieles procedentes de Turquía, Europa, Estados Unidos y Australia.

Las autoridades afrontan cada año el desafío de hacer frente a los peregrinos que se infiltran desde el interior de Arabia Saudí de manera ilegal en La Meca para participar en los ritos religiosos, aunque su número ha bajado un 60 % frente al año pasado, aseguró a medios locales el jefe de las fuerzas de seguridad del "hach", el general Saad al Jeleiwi.

En este tráfico ilegal de fieles trabajan conductores que cobran entre ochenta y trescientos dólares por persona para trasladarlos por carreteras poco frecuentadas.

El jefe de los puestos de control en las entradas de La Meca, el general Jaled al Harzi, señaló que hay grupos de policías desplegados en los valles y las carreteras montañosas por donde suelen viajar los traficantes de peregrinos.

Una multa de 2.700 dólares es lo que tienen que pagar quienes entren ilegalmente en La Meca y en la también ciudad santa de Medina, a cuyas puertas se han quedado este año alrededor de 60.000 fieles que no disponían de los permisos de peregrinación necesarios, según datos facilitados por la Administración General de Visados.

De forma paralela, la venta de alimentos para los peregrinos también está vigilada por las autoridades, en especial por el Ministerio de Comercio saudí, que ha requisado un total de 3.800 paquetes de comida que no estaban registrados.

Además, los eslóganes políticos están prohibidos en la peregrinación, centrada de lleno en los rituales religiosos.

El único lema que se puede utilizar es el canto de "No hay otro dios que Alá y Mahoma es el profeta de Alá", según apuntó el imán de la mezquita Al Haram, Abdel Rahman al Sidis, en declaraciones a los periodistas.

Al Sidis insistió en que está prohibido politizar las tradiciones religiosas y pidió a los peregrinos que eviten las avalanchas y que se comporten de manera civilizada.

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