Perú se prepara para el llanto de El Niño sobre su territorio

  • Perú puede ser el país donde El Niño golpee con más fuerza a inicios de 2016 y busca proteger a su población y economía mientras ve cómo aprovechará para su agricultura toda el agua que ese fenómeno meteorológico dejará a su paso.

"El gobierno se está preparando para un escenario complicado. El impacto que genera es sumamente duro", ha dicho el ministro de Agricultura, Juan Manuel Benites, y reconoció que el país sería el más golpeado por el fenómeno "debido a la extensión, ya que son 14 regiones (del país las que están) en riesgo" y han sido declaradas en emergencia desde julio.

El Niño pegaría con fuerza desde diciembre, alcanzaría su mayor nivel en febrero y se diluiría hacia mayo. La situación, además, se agrava en un entorno de cambio climático.

La corriente marítima El Niño produce un calentamiento en las temperaturas del océano Pacífico ecuatorial, y puede causar fuertes lluvias en algunas partes del mundo y sequías en otras.

En Perú, pueden pasar ambas cosas: fuertes lluvias en el norte y sequía en el sur andino, complicando la producción agrícola en el país que, por prevención, dispuso la suspensión de sembradíos en zonas de riesgo y el traslado de cultivos clave, como el arroz, a sectores de la selva central donde el fenómeno no tendría mayor impacto.

El ministro peruano Benites estima, citando reportes científicos, que la temperatura del mar se podría incrementar hasta en tres o cuatro grados celsius por encima de lo normal.

Estimaciones del gobierno calculan 11,8 millones de personas, 2,4 millones de viviendas y 943.000 hectáreas de cultivos expuestos a los embates de la naturaleza. De todo este grupo, según defensa Civil, al menos 1 millón de personas resultaría damnificada.

Se ha dispuesto la evacuación de zonas de riesgo, adelantado en un mes el término de clases escolares en algunas zonas -que terminan normalmente en diciembre- y normas que permiten la contratación directa de servicios para atender emergencias de forma inmediata.

Más allá de los cuidados, los efectos más duros podrían darse en el crecimiento económico.

Este fenómeno El Niño será uno de los cuatro más fuertes registrados en los últimos 65 años, según la Organización Meteorológica Mundial.

En la historia reciente, Perú ya enfrentó dos intensos: en 1982-1983 causó 9.000 muertes debido a inundaciones y principalmente epidemias, y golpeó el PIB con una caída de 11,6%. En 1997-1998 se registraron 500 muertes y una caída del PIB del 6,2%.

El ministro Benites aseguró que Perú ha aprendido la lección y ha trabajado bien la prevención, con simulacros y fumigando posibles zonas de riesgo.

Aunque, en el campo económico, según un reporte del privado Banco de Crédito, el mayor del país, en un escenario de El Niño similar al de 1998, la economía peruana crecería sólo un 1,2% e incluso existe el riesgo de una contracción.

"Los sectores primarios serían los más perjudicados -pesca, agricultura y manufactura primaria- además de esperarse importantes desaceleraciones en comercio y servicios", explica el reporte.

Algodón, maíz, quinua y frutas no podrán sembrarse por el exceso de agua, incluso el arroz, que normalmente precisa de gran cantidad de riego.

El gobierno invertirá en 2015 unos 500 millones de dólares en labores de prevención, y ha dispuesto un fondo de unos 900 millones de dólares para 2016. Cuenta con una línea de crédito de 400 millones de dólares para enfrentar los efectos en la salud, agro y viviendas.

"El golpe en la economía podría ser de hasta 3.700 millones de dólares, sobre todo en agricultura, pesca, manufactura y comercio", dijo a Canal N el gerente técnico de la Asociación Peruana de Empresas de Seguros, Juan Carlos Odar.

"Cuando todo pase, las lluvias recargan acuíferos, reforestan zonas áridas, llenan nuestros reservorios (depósitos de agua), los suelos son más fértiles y a partir de allí vienen años fértiles para la agricultura del país", explicó el ministro Benites.

Como en otras naciones del continente, el gobierno ha recurrido a construir reservorios y zanjas de infiltración en la zona sur andina y perforación de pozos, para acumular el agua y aprovecharla cuando la sequía arrecie.

Perú, mayor productor mundial de harina de pescado, vería alejar de sus costas a la anchoveta, por la elevación de las temperaturas, aunque ya ha cumplido las cuotas de pesca de esa especie este año, explicó Benites. No obstante, otras especies como el atún, llegan con las aguas cálidas, y pueden ser bien aprovechadas.

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