"Es un problema de salud pública"

En el paraíso de Obélix: una 'plaga' de jabalíes diezma las arcas municipales

Policía pastoreando a un jabalí en suelo urbano
Policía pastoreando a un jabalí en suelo urbano
EFE

Destrozan los parques y jardines, atemorizan a los vecinos, ponen en riesgo a los conductores y son transmisores de enfermedades como la tuberculosis: "Los vídeos sobre los jabalíes suscitan la carcajada de las redes... pero la realidad es otra muy distinta", lamentan desde el Ayuntamiento de Torrelodones. El municipio, uno de los más afectados por la presencia de estos mamíferos, vive ahora una calma chicha que, como mucho, durará hasta que cese el frío y el campo no pueda satisfacer las necesidades de los jabalíes que volverán a depender de los deshechos de unos vecinos que miran con recelo al periodo estival, cuando las batidas contra estos mamíferos minan las 'arcas' del consistorio

Seis jabalíes rondaron las calles de Collado Villalba el verano pasado. Normalmente estos animales bajan de noche y, atraídos por el olor de las basuras, vuelcan los contenedores, comen y se marchan, pero la citada piara, como se conoce a los grupos de estos animales, se hizo asidua de urbanizaciones y parques. "Las autoridades tuvieron que intervenir, organizaron un operativo para trasladar a los jabalíes sin muerte... el coste ascendió a 1.500 euros por ejemplar", afirman desde la asociación vecinal AVCV donde apuntan que no se trata de un caso aislado, sino de un problema que ya es rutina y que "debería tratarse desde la Federación de Municipios de Madrid (FMM), con una participación más activa de la Comunidad".

De la queja de los vecinos de Collado se hacen eco el resto de los enclaves de la sierra madrileña. Fuentes del Ayuntamiento de Torrelodones aseguran a La Información que, hartos de esfuerzos infructuosos, varios municipios de la zona han creado una mesa de cooperación para abordar las consecuencias de una superpoblación que se ha convertido en amenaza para los enclaves de la Sierra de Guadarrama. Desde la Consejería de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Sostenibilidad de la Comunidad de Madrid, aseguran a este diario que "no hay ninguna plaga".

En Torrelodones "tocan madera" porque ahora llevan una racha tranquila pero su alivio, apuntan, responde a que "veníamos de un pico". Y es que estos animales, de los que hay más de un millón de ejemplares en España, presentan un aumento anual de hasta un 15%. La caza se lleva anualmente la mitad de los jabalíes del territorio, según datos avalados por la Comunidad Profesional Porcina. Aunque ese 50% parezca una proporción excesiva, por sí sola no logra sostener el equilibrio del crecimiento de la especie. En definitiva y si se mantienen las previsiones, los especialistas prevén que para 2025 la población de jabalíes alcance los 2 millones en toda España.

El protocolo es claro: cuando se produce algún aviso, la función de la Comunidad no pasa del asesoramiento y la valoración. La institución que encabeza Isabel Díaz Ayuso se limita a pulsar el 'botón rojo' que autoriza a los ediles a actuar, pero no gestiona ni financia ningún operativo. Así, cada Ayuntamiento es responsable de la forma en que aborda el problema, desde el pastoreo de los jabalíes de vuelta al campo, hasta su reubicación o ejecucción. No obstante, la mesa de los ediles opina que desde la Comunidad podrían hacer más.

¿Qué pasa después del 'botón rojo'?

El número de casos registrados ha llevado a articular un sistema de actuación que parte del aviso municipal y su iniciativa: es el Ayuntamiento el que decide cómo se ataja el problema. Las opciones van desde las más sencillas (mallas cinegéticas y pastoreo del animal de vuelta al campo), hasta la reubicación de la piara a uno de los centros de recepción con los que cuenta la comunidad o su ejecución. "Nosotros nunca nos hemos planteado dar muerte a los animales", aseguran las autoridades de Torrelodones, que explican que la naturaleza forma parte de la esencia de este enclave que, además, tiene el campo tan cerca de las zonas residenciales, que resultaría muy complejo realizar una batida con muerte que, por el contrario, les resulta más fácil a los núcleos de mayor tamaño. De los distintos puntos de recepción, solo el Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS) es propiedad de la Comunidad.

Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS)
Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS) / allendearquitectos

Se trata de un espacio donde se toman muestras biológicas de los ejemplares recepcionados para prevenir episodios de tuberculosis, muy común entre la fauna. Su objetivo principal es dar una respuesta rápida y eficaz a los ciudadanos que encuentren animales silvestres. Además de proceder a la toma y el análisis de muestras, el centro se encarga de lleva a cabo las labores de tratamiento veterinario y cirugía, previas a la  liberación y el seguimiento de la fauna ya recuperada. En el CRAS, la actividad buye los 365 días del año pero, con todo, resulta insuficiente para atajar el problema.

En los últimos seis años se han registrado más de 120.500 accidentes de tráfico causados por el choque con animales en las vías interurbanas, los cuales han dejado 28 fallecidos, según los datos de la DGT. La seguridad vial es, en consecuencia, otro de los puntos clave que alerta a vecinos y ayuntamientos y no solo fuera del término municipal madrileño. La noche del pasado miércoles los transeúntes del barrio madrileño de Las Tablas, volcaron en Twitter su asombro ante una pareja de jabalíes que paseaba frente a la Ciudad BBVA. 

La extensión del problema hace necesaria la cooperación entre núcleos pues, actuar individualmente, lo convertiría en una 'patata caliente', porque "si no hay coordinación, podremos echar a los animales de un municipio que se irán al siguiente", explican desde AVCV. Lo mismo opinan desde el Ayuntamiento de Torrelodones que resaltan la labor de las autoridades de Las Rozas en esta cuestión: "No se trata de anotarse un tanto porque no podemos trasladar el problema de sitio". Contabilizar los costes es complicado, dado que cada episodio con alguno de estos animales suele incluir reparación de espacios, salidas de Policía, seguimiento... Con todo, la Comunidad lo sigue teniendo claro y así se lo ha trasladado a este diario: "Es una competencia municipal". Así, los días ganan horas de luz, mientras las instituciones continúan sin hallar la solución y los vecinos se resignan a pasar otro verano 'en ascuas'.

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