Plan bipartidista quiere sacar de la sombra a los indocumentados en EE.UU.

  • El grupo de ocho senadores que presentó un proyecto bipartidista de reforma migratoria defendió hoy su plan para incorporar a los 11 millones de inmigrantes indocumentados que viven "en la sombra" en EE.UU.

Washington, 18 abr.- El grupo de ocho senadores que presentó un proyecto bipartidista de reforma migratoria defendió hoy su plan para incorporar a los 11 millones de inmigrantes indocumentados que viven "en la sombra" en EE.UU.

Los senadores demócratas Charles Schumer, Robert Menendez, Dick Durbin y Michael Bennet, y los republicanos John McCain, Lindsey Graham, Marco Rubio y Jeff Flake han emprendido una campaña a favor del texto bipartidista, que esperan se someta a votación en junio.

Recibidos con un aplauso por grupos en favor de la reforma migratoria, los ocho defendieron en rueda de prensa que se trata de una ley que fortalece la seguridad en la frontera al tiempo que ofrece una vía para que los indocumentados se incorporen a la sociedad.

"Todos quisiéramos no tener este problema, pero lo tenemos, y tenemos que arreglarlo porque dejar las cosas como están, eso es la verdadera amnistía", afirmó Rubio, quien subrayó que, aunque se haya dicho muchas veces, Estados Unidos siempre ha sido un país de inmigrantes.

"Dejemos que salgan de las sombras, que pasen el control de antecedentes penales, paguen una multa, empiecen a pagar impuestos", dijo el senador de origen cubano quien recordó que, durante el periodo transitorio hasta que puedan solicitar la ciudadanía, no podrán pedir ayudas federales ni beneficios sociales.

Por su parte, Schumer aseguró que es una ley "equilibrada" en la que se tienen en cuenta las preocupaciones conservadoras sobre la seguridad fronteriza, pero también se ofrece un camino para facilitar la inmigración legal, porque la situación actual "no tiene sentido".

"Nuestra propuesta asegura la frontera primero, pero trata la situación de aquellos que están viviendo en la sombra como una prioridad igual de urgente", afirmó el demócrata, que se mostró convencido de que cuando once millones de personas "salgan de la sombra" mejorarán no sólo sus vidas, sino "la fortaleza de nuestro país y su economía".

La propuesta incluye 3.000 millones de dólares para la seguridad fronteriza; 1.500 millones de dólares para colocar muros y vallas en la frontera, y fondos para contratar a 3.500 agentes, además de sancionar a empresas que a sabiendas den empleo a indocumentados.

Además, prevé un plazo de diez años para la legalización de los indocumentados, que además deberán pagar una multa de 2.000 dólares, pagar o demostrar que han pagado impuestos, y someterse a verificación de antecedentes y domicilio.

El senador republicano John McCain, que ha estado involucrado en otros intentos de reforma migratoria, señaló que, aunque "no a todo el mundo le gustarán todas las disposiciones", es una oferta "global" que ofrece una solución sobre la que trabajar.

El legislador señaló que un problema de tal "magnitud", que afecta a muchos intereses, "no será fácil de resolver", pero es necesario resolverlo con "compromiso político" y "consenso".

McCain señaló que el sistema migratorio no funciona y el status quo "amenaza nuestra seguridad, daña nuestra economía, no tiene en en cuenta el estado de derecho y deja de lado nuestras responsabilidades humanitarias".

Por su parte, Menendez, hijo de padres cubanos y otro veterano en materia migratoria, señaló, en español: "Esta es la mejor oportunidad que he visto en 20 años de negociar y conseguir una reforma migratoria".

"Es el momento de, al fin, realizar nuestro sueño conjunto", agregó Menendez, que se refirió a los niños que fueron traídos por sus padres y la única bandera y el único himno que conocen son los estadounidenses: "La realidad para ellos es que su casa es EE.UU.".

A esos niños se refirió también el demócrata Dick Durbin, y a los estudiantes conocidos como "dreamers", a quienes pidió que, aunque desde pequeños hayan permanecido en silencio por miedo a ser deportados, hagan lo contrario: "Tienen que levantarse, aun con un gran riesgo personal, presentarse a EE.UU. y contar sus historias".

El presidente estadounidense, Barack Obama, ha respaldado el proyecto de ley presentado el martes pasado y ha pedido su pronta aprobación.

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