Presidente de obispos panameños dice Francisco I sacudirá comodidad a iglesia

  • El presidente de la Conferencia Episcopal de Panamá, el obispo José Luis Lacunza, declaró hoy que el nuevo papa, Francisco I, escogió ese nombre "para sacudir de su comodidad" a la Iglesia católica para que retome su misión primordial, la evangelización.

Panamá, 13 mar.- El presidente de la Conferencia Episcopal de Panamá, el obispo José Luis Lacunza, declaró hoy que el nuevo papa, Francisco I, escogió ese nombre "para sacudir de su comodidad" a la Iglesia católica para que retome su misión primordial, la evangelización.

Lacunza, obispo de la diócesis de David, en el occidente de Panamá, reconoció, en declaraciones a RPC Radio, que lo tomó "por sorpresa" la elección de Francisco I, que sustituye al papa emérito Benedicto XVI, porque "no figuraba en las quinielas", aunque "se sabe que en el anterior cónclave quedó de segundo".

"Es significativo que eligiera el nombre de Francisco, es un jesuita, me imagino por San Francisco Javier, lo cual me hace pensar que el mensaje es que va a ser el papa de la nueva evangelización, esa será la línea del nuevo papado, potenciar su labor misionera", acotó.

Monseñor Lacunza, de la Orden de Agustinos Recoletos y de origen español aunque naturalizado panameño, reiteró que Francisco I va a "sacudir a la iglesia para que salte de los sillones, de las hamacas y salga a recuperar su dinamismo misionero, cumplir con la enseñanza de Jesús y darle fuerza a esta dimensión imprescindible".

Para el presidente de la jerarquía católica panameña, el nuevo papa "rompió con otro mito, tenemos a un latinoamericano, lo que espero le dé un rostro más fraterno, más acogedor y amable a la iglesia".

El cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio fue elegido hoy en Roma sucesor de Joseph Ratzinger, Benedicto XVI, y escogió como nombre Francisco I.

Lacunza recordó que trató a Bergoglio en la V conferencia del episcopado latinoamericano y caribeño en Aparecida (Brasil), celebrada en 2007 y fue el jefe de la comisión que redactó el documento final de esa reunión que trazó los nuevos derroteros de la labor evangelizadora y misionera de la iglesia en el continente.

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