Príncipes, Rajoy y plana mayor del PP despide a político español Manuel Fraga

Madrid, 23 ene.- Los príncipes de Asturias, el presidente del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, y la plana mayor del gobernante Partido Popular (PP) asisten hoy en la catedral de La Almudena de Madrid al funeral por el histórico dirigente conservador Manuel Fraga, fallecido el pasado 15 de enero.

Rajoy y la hija del fallecido, Carmen Fraga, recibieron a Felipe de Borbón, heredero de la Corona española, y su esposa, la princesa Letizia, a su llegada a la catedral.

Allí esperaban la práctica totalidad de los miembros del Gobierno, así como del Comité Ejecutivo del PP y los presidentes regionales de este partido, entre otras personalidades.

La misa fue oficiada por el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, que precisamente nació en la misma localidad que Manuel Fraga, en Vilalba (Lugo, Galicia, norte).

En su homilía, el cardenal destacó su "noble servicio a España" en circunstancias "no siempre fáciles".

Rouco ensalzó la figura humana y política del fallecido líder, "admirado y respetado por un número incontable de conciudadanos, que no olvidarán nunca la forma extraordinariamente generosa, desinteresada e incansable de su entrega al bien común de los españoles".

Fraga, fallecido en Madrid a los 89 años, fue enterrado el pasado 17 de enero en el pequeño cementerio de la localidad gallega de Perbes, donde también está sepultada su mujer.

Este sábado Galicia dio su último adiós oficial al que fuera su presidente regional durante casi 16 años, en una ceremonia oficiada en la catedral de Santiago de Compostela.

El histórico dirigente conservador falleció el 15 de enero, a los 89 años de edad, a consecuencia de un fallo cardíaco después de que su delicado estado de salud se agravase en la semana previa.

Fraga ocupó diversos cargos en la dictadura franquista (1939-1975), la Transición y la democracia y es uno de los "padres" de la Constitución de 1978.

Fundador del gobernante Partido Popular (PP, centroderecha) el dirigente conservador murió apenas dos meses después de dejar la política, a la que se había dedicado durante sesenta años.