Pristina confía en que Serbia reconocerá a Kosovo, aunque Belgrado lo rechaza

  • El primer ministro de Kosovo, Hashim Thaci, declaró hoy durante las celebraciones del quinto aniversario de la autoproclamación de la independencia de su país su confianza en que ésta será reconocida finalmente por Serbia, aun cuando Belgrado sigue rechazando de plano esa eventualidad.

Bekim Greicevci

Pristina, 17 feb.- El primer ministro de Kosovo, Hashim Thaci, declaró hoy durante las celebraciones del quinto aniversario de la autoproclamación de la independencia de su país su confianza en que ésta será reconocida finalmente por Serbia, aun cuando Belgrado sigue rechazando de plano esa eventualidad.

"Kosovo ha entrado en el proceso de normalización de sus relaciones bilaterales con Serbia, en la confianza de que la independencia de Kosovo será pronto reconocida incluso por ese país vecino", dijo Thaci durante una sesión especial del Parlamento.

Al aludir al diálogo en curso con su homólogo serbio, Ivica Dacic, en las conversaciones iniciadas en octubre pasado con mediación de la responsable de Exteriores de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton, Thaci aseguró que su país está generando paz, estabilidad y buena vecindad en los Balcanes.

No obstante, pese a algunos progresos en la cooperación con las autoridades albanokosovares por parte de Belgrado, no ha habido la más mínima señal de que Serbia podría reconocer oficialmente la soberanía del joven país que aún considera parte de su territorio.

"Serbia no ha reconocido el así llamado Kosovo independiente y no lo hará nunca", subraya un comunicado del Gobierno serbio publicado hoy, en el que Belgrado insta a la comunidad internacional a aceptar que sin el visto bueno de Serbia y de los serbios que viven en Kosovo no puede haber una solución justa y duradera.

Ambos primeros ministros se reunirán la próxima semana en Bruselas para una reunión de dos días centrada en los problemas del norte cuya población es mayoritariamente serbia y rechaza a las autoridades de Pristina.

Belgrado aspira a lograr un grado mayor de autonomía para los serbios del norte kosovar, pero la presidenta de Kosovo, Atifete Jahajaga, insistió hoy en que no es posible una solución que viole la actual Constitución del pequeño país.

"No habrá ningún estatus especial, ninguna autonomía especial para el norte, ninguna modificación de las fronteras", subrayó la jefe del Estado ante el Parlamento.

Dirigiéndose en su idioma a los serbios que viven en Kosovo, declaró: "La independencia de Kosovo es vuestra independencia. Ésta es vuestra patria. Démonos las manos unos a otros para construir juntos el futuro común".

Por otro lado, al igual que otros líderes políticos, Jahajaga admitió que, a pesar de la "historia de éxito" que ha vivido su país en los últimos años, Pristina afronta aún importantes dificultades para establecer un sistema jurídico eficaz.

"Tenemos muchas razones para celebrar, pero también nos esperan muchas tareas. Vamos a profundizar nuestra lucha contra el crimen organizado y la corrupción", declaró.

En el marco de las festividades por el quinquenio de su independencia de Serbia, miles de kosovares asistieron al desfile de las Fuerzas de Seguridad de Kosovo, la Policía y los Bomberos.

Varios conciertos se suceden en toda la jornada de este domingo que concluirá hacia la medianoche con fuegos artificiales.

El monumento de la independencia de Kosovo, las siete letras amarillas gigantes de la palabra NEWBORN, apareció hoy pintado con las banderas de todos los países que han reconocido a esta nación.

En un gesto simbólico, el diseñador del monumento, Fisnik Ismajli, y un grupo de civiles dejaron cinco banderas en blanco con los nombres de los Estados miembros de la Unión Europea (UE) que hasta ahora no reconocen la soberanía kosovar: Chipre, Grecia, Eslovaquia, España y Rumanía.

Kosovo ha sido reconocido hasta ahora por 98 de los 193 países de las Naciones Unidas, y hoy la consejera presidencial para asuntos políticos del presidente egipcio, Pakinam Sharkawy, de visita en Pristina, anunció que su país también lo reconocerá en un futuro próximo.

Pero ni Rusia ni China dan señales de dar ese paso, y sin el consentimiento de esas dos potencias con derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU el joven país no puede ser aceptado como miembro de las Naciones Unidas.

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