Prueban con éxito unas mallas que reducen los efectos de desprendimientos por lluvia

  • Barcelona.- El Ministerio de Medio Ambiente y la Generalitat han instalado con éxito en Lleida ocho diques flexibles de malla metálica que evitan que las piedras, la tierra y los restos de vegetación que arrastran los torrentes por las típicas lluvias torrenciales dañen las carreteras y los caminos forestales.

Barcelona.- El Ministerio de Medio Ambiente y la Generalitat han instalado con éxito en Lleida ocho diques flexibles de malla metálica que evitan que las piedras, la tierra y los restos de vegetación que arrastran los torrentes por las típicas lluvias torrenciales dañen las carreteras y los caminos forestales.

Estas mallas comenzaron a instalarse la pasada primavera en zonas de torrentes con una pendiente acusada para analizar su eficacia frente a la erosión provocada por las fuerte precipitaciones.

En total se colocaron ocho redes y otros elementos controladores en el barranco de Port Ainé, en municipio de Rialp (Lleida) en el marco de un proyecto de restauración hidrológico-forestal en este espacio.

El departamento de Medio Ambiente ha informado de que se trata de una técnica innovadora que quiere sustituir a los tradicionales diques de hormigón, que son más ligeros, tienen un menor coste, impacto visual y ambiental, a la vez que su instalación es mucho más sencilla.

Las mallas, al retener los materiales depositados, reduce la pendiente de lecho del torrente y con ello el riesgo de erosión y de movimientos de los materiales.

Su utilidad se comprobó a finales de julio, durante una tormenta en Port Ainé que dejó unos 40 litros por metro cuadrado, en la que las mallas lograron retener más de 23.000 metros cúbicos de materiales arrastrados, lo que evitó daños en las redes de comunicación y en las obras de drenaje de la zona.

Los diques ya habían sido probados en Suiza, Japón y EEUU donde había demostrado su eficacia.

Desde 2006, en Cataluña se están llevando cabo experiencias para ensayar su funcionamiento mediante un convenio entre la empresa pública Forestal Catalana, Geobrugg Ibérica, el Centro Tecnológico Forestal de Catalunya y la Universitat Politècnica de Catalunya.

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