Stop Accidentes aplaude la bajada de la velocidad en las vías convencionales

  • La presidenta de la asociación de víctimas de accidentes de tráfico Stop Accidentes, Ana Novella, ha aplaudido hoy la propuesta de la Dirección General de Tráfico de reducir el límite de velocidad en las carreteras convencionales de los 100 a los 90 kilómetros por hora con el objetivo de "salvar vidas".

Madrid, 3 ago.- La presidenta de la asociación de víctimas de accidentes de tráfico Stop Accidentes, Ana Novella, ha aplaudido hoy la propuesta de la Dirección General de Tráfico de reducir el límite de velocidad en las carreteras convencionales de los 100 a los 90 kilómetros por hora con el objetivo de "salvar vidas".

El director general de Tráfico, Pere Navarro, ha anunciado hoy esta iniciativa en una entrevista con Efe en la que ha señalado que podría entrar en vigor antes de que acabe la legislatura y que ayudará a reducir la siniestralidad en las carreteras secundarias, escenario de más del 75 por ciento de los accidentes mortales.

Novella ha recordado que Stop Accidentes acogió con satisfacción la disminución de la velocidad en autovías y autopistas, aunque la medida no se adoptó para mejorar la seguridad vial, sino por razones económicas.

La presidenta de Stop Accidentes ha elogiado la reducción de la velocidad en las carreteras convencionales, una de las reivindicaciones de esta asociación, por la elevada siniestralidad en este tipo de vías.

"La velocidad va unida a los accidentes", ha dicho Novella, quien ha reclamado que una mayor vigilancia por parte de la Guardia Civil en las carreteras convencionales, que son de doble sentido, hay más intersecciones y son más peligrosas, en lugar de centrarse en las autovías y autopistas, que son de doble carril cuentan con medianeras de separación y hay más seguridad.

El año pasado 1.730 personas murieron en accidentes de tráfico y, de ellas, 1.331 perdieron la vida en una carretera con un sólo carril por sentido de la circulación.

Actualmente, las carreteras convencionales cuentan con una velocidad máxima de 100 kilómetros por hora en las vías con arcén de más de 1,5 metros de ancho -los que tienen la mayoría de las nacionales-, límite que se reduce a los 90 por hora en las que no cuentan con un arcén de esta anchura.

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