Sudán denuncia ante ONU que rebeldes de Darfur se refugian en Sudán del Sur

Jartum, 29 dic.- El Gobierno de Sudán informó hoy de que ha denunciado ante la ONU que cientos de combatientes del grupo rebelde Movimiento de la Justicia y la Igualdad (MJI) se refugiaron ayer en la vecina república de Sudán del Sur tras secuestrar a civiles y saquear aldeas en el país.

El Ministerio de Asuntos Exteriores sudanés precisó en un comunicado que "una fuerza de 430 miembros del MJI repartida en 120 vehículos entró ayer, miércoles, en Sudán del Sur".

En ese sentido, explicó que Jartum ha pedido ayuda a la ONU para que presione al Gobierno de Yuba para que se abstenga de prestar cualquier tipo de ayuda a ese contingente rebelde y lo desarme.

Asimismo, el Ejecutivo pidió que se entregue a los insurgentes buscados por la justicia sudanesa.

Los rebeldes ingresaron en Sudán del Sur por la zona de Al Daguin, en el sur de la región sudanesa de Darfur, en un convoy de 120 vehículos, entre ellos el blindado que usaba el fallecido líder del MJI, Jalil Ibrahim, indicó la nota.

El Ministerio de Exteriores denunció, además, que esos insurgentes habían secuestrado a unas 500 personas y robado vehículos de varias aldeas sudanesas antes de refugiarse en el país vecino, lo que motivó que las autoridades judiciales de Jartum iniciasen medidas legales contra los cabecillas rebeldes.

"La evolución de los lazos entre ambos países se definirá por la forma en que tratarán este asunto las autoridades sudanesas del sur", concluyó el comunicado.

El pasado 24 de diciembre, el Ejército de Sudán mató al máximo líder del MJI, principal grupo insurgente de Darfur, Jalil Ibrahim, en la región sudanesa de Kordofán.

Ibrahim, de 54 años, se dirigía a Sudán del Sur cuando su convoy fue interceptado por los soldados, que lo habían seguido gracias a las informaciones proporcionadas por los habitantes de la zona de Wed Banda.

Fundador del MJI, el líder rebelde comenzó la lucha armada en Darfur contra el régimen de Jartum en febrero de 2003, lo que supuso el inicio de un conflicto que ha dejado hasta ahora más de 300.000 muertos y 2,7 millones de desplazados, según datos de la ONU.