El sufrimiento de las mujeres y los niños desplazados por Boko Haram

  • Desde diciembre, se calcula que el número de desplazados en Níger, Camerún y Chad prácticamente se ha duplicado.

    En Nigeria hay 2,8 millones de personas desplazadas por la violencia, mientras que otros 2,2 millones han buscado refugio en los países vecinos.

El sufrimiento de las mujeres y los niños desplazados por Boko Haram
El sufrimiento de las mujeres y los niños desplazados por Boko Haram
WFP/ADEL SARKOZI

La insurgencia del grupo islamista Boko Haram, que ha jurado lealtad a Estado Islámico, se ha intensificado en el noreste de Nigeria y en la zona fronteriza con Camerún, Chad y Níger, lo que ha ocasionado un incremento en el número de refugiados y desplazados internos en los últimos meses.

Las mujeres y los niños se han convertido especialmente en víctimas de esta insurgencia. Desde diciembre, se calcula que el número de desplazados en Níger, Camerún y Chad prácticamente se ha duplicado, mientras que en Nigeria hay 2,8 millones de personas desplazadas por la violencia, mientras que otros 2,2 millones han buscado refugio en los países vecinos.

Entre todos ellos, el hambre y la malnutrición están en aumento. Así, más de 5,6 millones de personas no tienen suficiente comida para alimentarse en las zonas afectadas por la presencia de Boko Haram.

En algunas zonas, de hecho, las tasas de malnutrición superan el umbral de emergencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por ello, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) teme que la inseguridad pueda llevar a una prolongada hambruna y exacerbar una ya de por sí crítica situación en materia de nutrición. Ante esta situación en la cuenca del Lago Chad, el PMA busca incrementar su asistencia desde las 600.000 personas a las que atendió el año pasado a casi 750.000.

En el norte de Nigeria, especialmente en los estados de Borno y Yobe, la situación es preocupante, ya que las tasas de desnutrición aguda están por encima de la media nacional.

También en las zonas afectadas por el conflicto en los países vecinos hay un deterioro significativo en materia nutricional, en especial en la región del Extremo Norte, en Camerún, y en la región del Lago en Chad. "En la zona al norte de Baga Sola, en Chad, los asentamientos de desplazados se han multiplicado en apenas unos meses, hasta 22", explica Mary-Ellen McGroarty, la directora del PMA en Chad.

"Nos han contado que la población tiene grandes dificultades para sobrevivir. Algunos cuentan que desde hace semanas comen solamente maíz", añade. "Estamos distribuyendo alimentos en los emplazamientos donde las necesidades son más críticas y trabajando para llegar al resto de lugares. No hay carreteras, por lo que llegar a estos lugares implica recorrer 300 kilómetros ida y vuelta a través de la arena. Nos gustaría avanzar más rápido, pero los retos son enormes" aclara.Maiduguri (Nigeria)

Una vez tenían casas, comunidades estrechas, rebaños de animales y campos de cultivo. Ahora, están refugiadas en una ruinosa escuela.

"Cuando llegamos encontramos todas las ventanas rotas. No hay agua corriente. Hemos estado viviendo así desde hace dos años. Ha sido difícil... Hoy no he comido... Pero al menos, aquí estamos en una comunidad. Todos hemos huído de la misma localidad", cuenta una de las mujeres.

"Perdí a mi marido por Boko Haram. Hay otras muchas mujeres como yo, explica Amina, madre de cuatro hijos. "Me gustan las matemáticas. Me gusta ir a la escuela", cuenta Haira, vive en la antigua escuela junto a parte de su familia.

La pequeña se considera afortunada. Muchos niños de las cerca de 100 familias refugiadas en ella no pueden permitirse una educación para sus hijos. En el norte de Nigeria, el número de niños que van a la escuela ha pasado de casi medio millón a unos 130.000.

Nueve de cada diez personas desplazadas por Boko Haram, unos 2,2 millones de personas, viven con las comunidades locales, no en instalaciones formales. Tanto estos desplazados como las comunidades locales que les acogen padecen hambre.

Para sobrevivir, muchos han recurrido a mendigar, a sacar a sus hijos de la escuela y a realizar trabajos muy mal pagados. Viven con una mano delante y otra detrás.Yokua, región del lago Chad (Chad)

Solían cultivar sus propios alimentos, cuidar sus animales y sus maridos pescaban para ganarse la vida. Unas 80.000 personas se han visto desplazadas de las islas del lago Chad tras los ataques y las amenazas de Boko Haram y ahora viven en condiciones muy duras, en desolados campos de dunas de arena.

"Solíamos comer pescado y casava. Teníamos nuestras granjas y podríamos cultivar nuestros alimentos", se lamenta Isara, que ahora vive en relativa seguridad en el campo para desplazados de Yokoua. Ha estado allí desde junio, cuando su localidad en una de las islas fue atacada por Boko Haram.

"Ni siquiera pudimos traer nuestra ropa. Las familias que viven aquí nos ayudaron cuando llegamos y recibimos algo de comida del PMA. Pero seguimos sufriendo", añade.

A medida se acerca la temporada de carestía, niños, embarazadas y lactantes están en riesgo de una creciente malnutrición. En el 13 por ciento, la prevalencia de la malnutrición en la región del Lago Chad de Chad ya ha excedido los niveles de emergencia de la OMS, con un deterioro acusado desde 2012.Moboko, región extremo norte (Camerún) 

En las zonas más afectadas por la violencia de Boko Haram, más de un tercio de la población se enfrenta al hambre. Más del 70 por ciento de los agricultores han abandonado sus campos.

"Vine aquí con mis nueve hijos. Mi marido fue asesinado. No tenemos nada a lo que volver. Nuestra casa fue completamente quemada... Intento vender cacahuetes para sobrevivir", explica Haram.

"Quiero ser soldado, para traer la paz, para combatir a aquellos que han causado esto", señala por su parte Aisha, de 10 años, cuyo sueño es un reflejo de lo que ha sobrevivido.

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