Una campaña recoge en diez días 17.350 firmas contra la supresión de las vacaciones escolares de Semana Santa

  • Una campaña en change.org ha recogido en diez días 17.350 firmas contra la supresión de las vacaciones escolares de Semana Santa el próximo curso en Cantabria, al mantenerse -con cambios- el modelo implantado este año académico en la región, que distribuyen las clases en cinco bimestres separados por cuatro periodos de descanso y los meses de verano.
EUROPA PRESS

La iniciativa fue promovida el pasado 6 de junio, tres días antes de la aprobación del calendario del 2017-18 por la Consejería de Educación y los sindicatos en la mesa sectorial.

Fue lanzada por la Asociación Enraizados y una madre cántabra (Mayte Cortés), y en las primeras horas se consiguieron cerca de 8.000 firmas, según destacan los promotores en un comunicado.

A propósito de la campaña, -que se dirige al presidente cántabro, al llevar por lema Miguel Ángel 'Revilla, la Semana Santa no se toca'-, representantes de la asociación se reúnen este viernes con la diputada del PP Mercedes Toribio y Rubén Gómez, portavoz del Grupo Mixto-Ciudadanos en el Parlamento.

Frente a ello, critican la política de "diálogo cero" del Gobierno autonómico y de los partidos PRC-PSOE que lo sustentan, ante una medida que "desprecia las tradiciones" de una región donde el 75% de la población es "católica".

"La Pascua es la festividad más importante para los católicos", destaca Enraizados, para apuntar que el hecho de que solo sean festivos del Jueves Santo al Domingo de Resurrección pero no el resto de la semana (que es lectiva, al trasladarse el descanso al Primero de Mayo), supone que los alumnos no van a poder "celebrar estas fiestas en familias".

Además, esta asociación considera que la medida acordada "perjudica" la conciliación. "Las familias de clase media no podemos llevar a nuestros hijos a campamentos, ludotecas, etcétera, constantemente, por el elevado coste que esto supone", apunta Cortés, que ve en el nuevo modelo "un ataque laicista contra los católicos y un ataque a la familia".

Para el presidente de Enraizados, José Castro Velarde, la propuesta es "otra forma más de intentar acallar las tradiciones y la fe los católicos, credo mayoritario en España".

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