No molestaba a nadie, su vidatranscurría en silencio bajo los hoyos cavados en el estado brasileño deRondonia. Y sin embargo, el "hombre del agujero", el últimosuperviviente de una tribu amazónica desconocida, fue atacado hace un mes porvarios hombres armados.
Stephen Corry, director de Survival International, explicaba hoy: "Su tribu fue masacrada y ahora el 'hombre del agujero' se enfrenta al mismo destino.Los terratenientes deben permitir a este hombre vivir sus últimos díasen paz, en su propia tierra y las autoridades deben hacer todo loposible para protegerle".
El hombre del agujero fue descubierto hace pocos años, y desde entonces siempre ha evitado cualquier contacto con la civilización. Ha sido denominado de esa manera porque excava hoyos de varios metros de profundidad en el fondo de los cuales introduce palos puntiagudos para capturar animales. Sin embargo, aunque parezca difícil que pudiese disturbar a nadie, hace un mes sufrió un ataque en Tanaru, un hecho que se ha conocido este miércoles.
Según explica Survival International, organización de apoyo a los pueblos tribales del mundo, "todo apunta a que los terratenientes ganaderos de la zona podrían ser los autores materiales del ataque ya que se oponen a los esfuerzos del Gobierno por proteger la tierra de este indiano".
La voz de alarma la dieron los funcionarios de la Funai, departamento de asuntos indígenas del Gobierno brasileño, cuando descubrieron que el refugio en el que este hombre se escondía en caso de peligro fue saqueado y encontraron cartuchos de bala vacíos cerca. La policía está indagando el suceso, pero por ahora nadie ha sido acusado.
"La situación es muy grave" ha declarado Altair Algayer, un funcionario de la Funai: "Estamos ante una situación muy seria. Se está poniendo en grave peligro la vida de los indígenas por el interés de los terratenientes ganaderos". Sin embargo, la Funai es optimista y espera que el "hombre del agujero" haya sobrevivido al ataque.
Las únicas imágenes que existen del "hombre del agujero" fueron capturadas fugazmente por el productor de cine Vincent Carelli en su película "Corumbiara", que documenta el genocidio de los akuntsu y otros pueblos indígenas de la región.
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