Túnez se pregunta por la implicación de 11 tunecinos en el ataque de Argelia

  • Políticos e intelectuales tunecinos se preguntan por la implicación de once tunecinos en el ataque terrorista del pasado miércoles contra la planta de gas argelina de In Amenas, en el que murieron 37 trabajadores extranjeros y otro argelino.

Miguel Albarracín

Túnez, 22 ene.- Políticos e intelectuales tunecinos se preguntan por la implicación de once tunecinos en el ataque terrorista del pasado miércoles contra la planta de gas argelina de In Amenas, en el que murieron 37 trabajadores extranjeros y otro argelino.

Lazar Akremi, responsable del partido opositor "Nidá Tunis", declaró a Efe que "es un hecho que hay tunecinos implicados en el acto terrorista de Argelia, pero lo más terrible es que tenemos en el país a miles de jóvenes que se autoproclaman salafistas, yihadistas de forma ciega".

"Estos once solo son la punta del iceberg en la maraña de brigadas que tiene Al Qaeda del Magreb Islámico" (AQMI), se lamentó Akremi.

El primer ministro argelino, Abdelmalek Selal, explicó ayer que de los 32 terroristas que asaltaron las instalaciones de gas de In Amenas, en el sureste de Argelia, once eran tunecinos, tres argelinos, dos canadienses y el resto egipcios, mauritanos, malienses y nigerinos.

Tras confesarse "escandalizado" por la gran presencia de tunecinos en el ataque terrorista, Akremi consideró que el fenómeno del yihadismo "se propaga por la región de forma rápida debido, sobre todo, a que Libia es un territorio abierto, no es un verdadero estado, y, por lo tanto, pueden entrenarse sin problemas".

Además, mostró su "preocupación" por el hecho de que "Túnez se ha convertido en un pasillo por donde circulan armas y hasta los niños juegan con ellas", así como porque, según él, "los jóvenes son captados en mezquitas controladas por rigoristas islámicos de línea salafista que los envían a la guerra de Siria y ahora también a la de Mali".

Por su parte, el politólogo y profesor universitario tunecino Hamadi Redisi, autor de numerosos libros especializados en islamismo radical, dijo a Efe que "no es la primera vez que tunecinos radicales participan en actos terroristas, como ya ocurrió en la estación madrileña de Atocha", el 11 de marzo de 2004.

"Desde la guerra de Afganistán explicábamos la gran presencia de yihadistas tunecinos en las redes internacionales terroristas por efecto del régimen dictatorial" del presidente Zin el Abidín Ben Alí, "que los reprimía con mano dura. Pero ahora constatamos, con tristeza, que la nueva democracia no ha podido limitar la capacidad de la yihad o guerra santa", subrayó el especialista.

Redisi agregó que "existe una completa organización que envía a Siria y Mali a jóvenes desencantados con todo" y reconoció ser incapaz de ofrecer una explicación a esta "exportación del terrorismo".

Por su parte, un especialista en cuestiones de seguridad del partido islamista gubernamental El Nahda hizo hincapié en que "la existencia de grupos armados pertenecientes a la marca internacional de Al Qaeda no es nada nuevo".

Para el responsable de El Nahda, que prefirió no revelar su identidad, "es normal que haya tunecinos implicados, ya que Túnez no es un país que suponga un medio favorable para el trabajo de los grupos armados".

"La sociedad es muy pacifista, lo que provoca que tengan que irse fuera", subrayó.

Además, quiso destacar que "el salafismo yihadista está bastante controlado en el país, sobre todo después de que 400 salafistas fueron arrestados tras el ataque a la embajada de Estados Unidos" en Túnez, el pasado 14 de septiembre.

"Hay una fuerte voluntad política por parte del gobierno de luchar contra el fenómeno en todos sus frentes como el relacionado con la seguridad. Pero también haciendo frente a las causas derivadas de la marginación económica y social", subrayó.

En este sentido, quiso destacar como ejemplo de esta lucha "el hecho de que el país recibió más de 6 millones de turistas el pasado año y ninguno sufrió ataques de los salafistas ni se señalaron percances".

Por su parte, otro intelectual del mismo partido explicó que "el fenómeno del aumento de las corrientes radicales del islam político tunecino empezó a verse de forma ostensible a partir del 2003, con la segunda guerra de Irak y la forma en la que se llevó a cabo".

"Las injusticias cotidianas cometidas por Israel contra el pueblo palestino y trasmitidas por los canales internacionales de televisión también impactaron de forma muy fuerte en los jóvenes islamistas moderados que se radicalizaron y se hicieron salafistas en una época en que Ben Alí tampoco daba respuesta ni solución a los islamistas", argumentó.

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