Última delegación de víctimas colombianas lleva su voz a diálogo de La Habana

  • El último grupo de víctimas del conflicto armado colombiano que llevará la voz de más de 6,5 millones de personas ante los negociadores de paz del Gobierno y de las FARC viajó hoy a La Habana con la exsenadora Piedad Córdoba como uno de sus integrantes más destacados.

Bogotá, 15 dic.- El último grupo de víctimas del conflicto armado colombiano que llevará la voz de más de 6,5 millones de personas ante los negociadores de paz del Gobierno y de las FARC viajó hoy a La Habana con la exsenadora Piedad Córdoba como uno de sus integrantes más destacados.

Con esta delegación, que mañana participará en un audiencia con los negociadores, suman 60 las víctimas que han aportado su testimonio al proceso de paz, y entre ellas se encuentran personas que han sufrido la violencia de las guerrillas, de los paramilitares y de agentes del Estado.

Los nombres de los escogidos ha generado críticas de algunos sectores que consideran que faltaron más víctimas de las FARC y en particular cuestionan la presencia de Córdoba, quien fue secuestrada por paramilitares en 1999 y en 2010 fue destituida e inhabilitada por 18 años para ejercer cargos públicos, justamente por tener contactos con esa guerrilla.

Sin embargo, el director de la Oficina de la ONU en Colombia, Fabrizio Hochschild, afirmó hoy que en esta selección ha habido "una representación fuerte de víctimas de la guerrilla", si bien destacó que "en un país polarizado alrededor de un conflicto hay diferentes versiones de lo que constituye un equilibrio".

"Hay quienes dicen que no hemos incluido un número suficiente de víctimas de la guerrilla y quienes dicen lo opuesto. Es muy difícil esta teoría porque existen visiones tan contrarias", apostilló.

En este sentido, recordó que la elección se hizo con base en una serie de foros en los que se concluyó que en la mesa de paz deberían ser escuchadas las cuatro grandes demandas de las víctimas: verdad, reconocimiento, reparación y garantía de no repetición.

Por ello destacó que para poder llegar a la paz es necesario reconocer que otros han padecido sufrimientos, porque "la visión política de uno no es compartida por todos y puede haber víctimas por el otro lado".

Una de las críticas sobre la selección, que está a cargo de la Oficina de la ONU y la Universidad Nacional con el apoyo de la Conferencia Episcopal, procedió de parlamentarios víctimas de las FARC como Clara Rojas, secuestrada junto a Ingrid Betancourt en 2002, que esta semana reclamó por su exclusión.

Hochschild afirmó que se tomó "la decisión temprana" de no incluir a miembros del Congreso en activo debido a su intensa actividad política.

Sin embargo, sí han tomado parte en este último viaje María Susana Portela, alcaldesa de Florencia, capital del departamento del Caquetá, en el sur del país.

Portela, que sufrió un atentado en el año 2002 por parte de las FARC que le dejó graves secuelas, dará voz a los alcaldes de Colombia que han sufrido atentados y, en ocasiones, han tenido que marcharse de sus localidades.

Otras víctimas de las FARC presentes en este grupo son el cabo retirado del Ejército Juan Manuel Hernández, herido en un ataque con explosivos, y el empresario Mauricio Armitage, que estuvo secuestrado.

Igualmente destaca la presencia en la comitiva de Magda Correa de Andreis, cuyo hermano, el profesor universitario y defensor de los derechos humanos Alfredo Correa de Andreis, fue asesinado en 2004, crimen por el que la justicia condenó al exjefe paramilitar Rodrigo Tovar Pupo, alias "Jorge 40", extraditado a EE.UU., y a Jorge Noguera, exdirector la extinta central de inteligencia colombiana.

Con ellos viajaron también una religiosa, sindicalistas y defensores de los derechos humanos, entre otros.

Sobre el caso de Piedad Córdoba, que dirige el Movimiento Colombianos y Colombianas por la Paz, Hochschild dijo que fue seleccionada porque "es un personaje político", sobre quien no se "puede desconocer los hechos victimizantes que ha tenido que vivir en su vida".

El funcionario también se mostró muy satisfecho porque, según dijo, solo entre el 5 y el 10 % de las víctimas a las que se propuso ir a Cuba no han podido acudir.

Al hacer un balance sobre la participación de esas 60 personas en los diálogos que se iniciaron hace dos años, el director de la ONU destacó que en ningún otro proceso similar se ha intentado "de una manera tan sistemática incluir las voces de las víctimas".

"Eso de por sí muestra un reconocimiento, el hecho de que en esa mesa las primeras delegaciones oficiales que se reciben sean de las víctimas. Es un reconocimiento de lo que han sufrido y (una oportunidad de) reparar a las víctimas", concluyó.

El actual ciclo de negociaciones en la capital cubana es el último del año y concluirá el próximo miércoles.

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