Un israelí muerto y su mujer e hijo heridos en un atentado cerca de Hebrón

  • Un ciudadano israelí murió hoy y su esposa y su hijo de nueve años resultaron heridos tras ser tiroteados, al parecer por un pistolero palestino, en una carretera cercana a la ciudad cisjordana de Hebrón, que habitualmente utilizan los colonos judíos asentados en la zona.

Javier Martín

Jerusalén, 14 abr.- Un ciudadano israelí murió hoy y su esposa y su hijo de nueve años resultaron heridos tras ser tiroteados, al parecer por un pistolero palestino, en una carretera cercana a la ciudad cisjordana de Hebrón, que habitualmente utilizan los colonos judíos asentados en la zona.

Según el portavoz de la Policía israelí, Miki Ronsfeld, las víctimas son un hombre de 40 años, que murió en el lugar del crimen, su mujer de 28 años, y su hijo de nueve, que se preparaban para celebrar la tradicional cena del "Seder", con la que comienza la Pascua judía.

Nada más producirse el atentado, el primero con víctimas mortales israelíes este año, unidades del Ejército cortaron la carretera, acordonaron la zona, cerraron los accesos a las aldeas palestinas aledañas y se lanzaron a la búsqueda del presunto terrorista cerca de la localidad de Idhna.

Testigos citados por la prensa local aseguran que el agresor era un pistolero solitario, armado con un arma automática, que se apostó en la carretera y que al parecer también disparó aleatoriamente a otros vehículos.

El atentado, el primero que se sucede en fecha tan señalada del calendario judío desde que en 2004 un suicida mató a treinta personas en la ciudad mediterránea de Netanya, ocurre apenas 24 horas después de que el ministerio israelí de Defensa autorizó a los colonos de Hebrón a reocupar una casa reclamada por los palestinos.

El edificio, situado en una calle del centro de Hebrón, fue ocupado ilegalmente por los colonos años atrás y desalojado en 2009 por orden de un tribunal israelí después de que la familia palestina reclamara su propiedad.

Los colonos apelaron la decisión al Tribunal Supremo israelí, que el pasado mes enmendó la sentencia y dictaminó que los colonos podían volver a ocuparla, previo permiso del ministerio de Defensa.

Ayer, domingo, el titular israelí de Defensa, Moshe Yaalon, uno de los que se oponen al actual proceso de paz con los palestinos, emitió una orden por la que autorizaba "a un número limitado de familias" a ocupar el edificio de cuatro plantas.

El inmueble, que se levanta en un lugar estratégico, a medio camino entre la denominada Tumba de los Patriarcas o Mezquita Ibrahimi y el asentamiento de Kiryat Arba, es la primera colonia autorizada en el interior de Hebrón desde la década de los ochenta, según datos de la organización israelí "Paz Ahora".

En Hebrón, la ciudad más populosa de Cisjordania, viven 200.000 palestinos con unos 800 colonos judíos incrustados en su interior, fuertemente protegidos por el Ejército israelí, que ha segregado la ciudad y establecido un sistema que impide el tránsito de palestinos por algunas de sus calles.

La situación se mantiene desde que en 1994 el colono y médico ultraderechista israelí Baruj Goldsteisn penetró provisto de un fusil automático en la "Tumba de los Patriarcas", y sin mediar palabra asesinó a 29 palestinos antes de morir apaleado por los supervivientes.

Ese día, viernes de Ramadán para los musulmanes y fiesta de Purim para los judíos, cambió para siempre la política del Gobierno israelí en la ciudad, transformada desde entonces en símbolo de la ocupación y de un conflicto enquistado.

Situada a 40 kilómetros al sur de Jerusalén, y santa para la tres principales religiones monoteístas, ya que en ella se yergue la citada "Tumba de los Patriarcas", última morada de Abraham, su historia sangrienta se remonta a 1929, en pleno Mandato Británico de Palestina.

Ese año, pogromos árabes segaron la histórica comunidad judía de esta urbe, que tras la II Guerra Mundial (1939-1945) quedó bajo control jordano hasta la Guerra de los Seis Días (1967).

Consolidada la victoria israelí, un grupo de estudiantes judíos pidió permiso solo para rezar en la referida tumba, pero una vez dentro se negó a salir, creando así una comuna ocupada bajo protección del Ejército.

Años más tarde y espoleados por una paz con Egipto (suscrita por Israel en 1978) que rechazaban, hombres, mujeres y niños procedentes de esta colonia de Kiryat Arba, una de las más radicales de Israel, entraron de noche en el centro de Hebrón y ocuparon la antigua clínica Beit Hasada.

Protegidos, erigieron allí el primer asentamiento en el corazón de la ciudad, sin impedimento y pese a las protestas árabes ante la justicia israelí.

Tras los acuerdos de Oslo de 1993, la ciudad quedó divida en dos y convertida en un polvorín.

En una parte vive el 80% de la población -unos 120.000 habitantes palestinos -, y en el 20% restante, bajo control total de Israel, 35.000 palestinos y 800 colonos, junto a la disputada Tumba y la fantasmal kasba.

A su alrededor, puestos del Ejército y el asentamiento de Kiryat Arbaa, ilegal según el derecho internacional.

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