Un litigio familiar obliga a aplazar el entierro del ex presidente Carlos Andrés Pérez

Miami (EE.UU.).- Las diferencias entre la primera y la segunda esposa del ex presidente venezolano Carlos Andrés Pérez y sus respectivas hijas sobre el lugar de su entierro obligó a aplazar la inhumación que iba a celebrarse hoy en un cementerio de Miami después de una misa fúnebre de cuerpo presente.

El féretro con los restos del ex mandatario venezolano volvió a la funeraria donde fue velado después de una misa oficiada por el sacerdote colombiano Álvaro Huertas, amigo de dos de las hijas del fallecido, Cecilia Victoria y María Francia Pérez Matos.

Huertas destacó los logros políticos y humanos del ex mandatario fallecido el pasado sábado día 25, de los que, según dijo, "debería sentirse satisfecho".

La canciller colombiana, María Ángela Holguín, participó en la misa, así como amigos y políticos venezolanos como el alcalde de Caracas, Antonio Ledesma, uno de los que introdujo el féretro, envuelto con la bandera venezolana, en la iglesia de St. Thomas.

Debido a una acción de amparo entablada ayer ante un tribunal de Miami por la primera esposa del ex presidente, su prima Blanca Rodríguez, y otros familiares partidarios de que los restos de Pérez reposen en su país natal, no se pudo llevar a cabo el entierro después de la misa como estaba previsto.

De la decisión de un juez de Miami, que debe pronunciarse sobre si procede o no la acción legal, dependerá entonces donde será sepultado el que fue dos veces presidente de Venezuela (1974-1979 y 1989-1993). Se desconoce cuándo anunciará el magistrado su decisión.

"Estamos tratando a ver cómo lo podemos traer, esperemos que Dios nos ayude a traerlo", señaló hoy desde Venezuela Blanca Rodríguez, quien aseguró que Carlos Andrés Pérez quería ser enterrado en Caracas.

Sin embargo, Cecilia Matos, su segunda mujer, y sus hijas Cecilia Victoria y María Francia sostienen lo contrario y desean enterrarlo en Miami, porque, según dicen, el ex presidente no quería ser sepultado en su país hasta que no cambie el gobierno de Hugo Chávez, quien intentó derrocarlo con un golpe de estado en 1992.

Carlos Andrés Pérez, que residía en Miami desde hace años junto a Cecilia Matos y sus hijas Cecilia Victoria y María Francia, murió el pasado 25 de diciembre de un ataque al corazón. Tenía 88 años.

Con su primera esposa tuvo seis hijos.

Ayer los hijos del primer matrimonio de Pérez y los hermanos del ex mandatario ya habían anunciado en Caracas que el funeral en Estados Unidos estaba suspendido.

"Quiero informarle al país que nosotros, la familia, con mi mamá, la señora Blanca Rodríguez de Pérez, hemos tomado la decisión de traernos el cuerpo de mi padre a Venezuela", dijo Carolina Pérez Rodríguez.

"Por lo tanto, no se va a hacer el funeral mañana en los Estados Unidos, en la ciudad de Miami. Mañana sabremos cuándo lo podremos traer", añadió según una información publicada en el diario El Universal citando al canal de noticias venezolano Globovisión.

Por su parte, Gabriel Pérez, nieto mayor del ex presidente, declaró en Londres a Efe que esperan llegar a una solución "amistosa" extrajudicial con la familia de Miami.

Una vez logrado el acuerdo, agregó, el cuerpo del ex mandatario se trasladaría a Venezuela, "para que la familia de Caracas pueda despedirse también de él".

La aspiración de la familia en Venezuela es que Carlos Andrés Pérez sea enterrado en el Cementerio del Este de Caracas, donde reposan los restos de una de sus hijas, Thaís, fallecida en 1994.

"Mi papá siempre deseó eso", declaró Martha Pérez en Caracas.

"Los restos no serán movilizados a Venezuela hasta que el señor (Hugo) Chávez no salga del poder, en eso estamos firmes. El deseo de mi padre era no regresar a Venezuela hasta que el señor Chávez no saliera del poder", dijo, por su parte, a Efe en Miami otra de las hijas, Cecilia Victoria.

En Miami, cientos de personas desfilaron el martes ante el féretro con los restos mortales de Pérez.

El ex político fue velado en la funeraria Caballero Rivero Woodland, en el suroeste de Miami, y algunos de sus antiguos compañeros del partido Acción Democrática (AD) viajaron desde Venezuela para rendirle un último tributo.