Un muerto deja un ataque de encapuchados en zona chilena de la Araucanía

Santiago de Chile, 15 jun.- Al menos un muerto y un vehículo incendiado dejó hoy un ataque de sujetos encapuchados en los alrededores de una hacienda en la región sureña de la Araucanía, zona que ha sido escenario frecuente de hechos de violencia entre indígenas mapuches y agricultores, informaron las autoridades.

Según declaraciones de agentes de la Policía a medios radiales, la agresión ocurrió en la madrugada, hacia las 04.00 GMT de este domingo, cuando dos personas encapuchadas se enfrentaron con agentes de carabineros al ser sorprendidos incendiando un vehículo en los alrededores de la hacienda "Santa Inés".

Los uniformados repelieron el ataque, pero no pudieron capturar a los individuos que se internaron en un bosque de la zona, situada a unos 600 kilómetros al sur de Santiago.

Más tarde, realizada una inspección en el lugar de los disparos, carabineros encontró muerto al encargado de la hacienda, Mariano Guzmán, de 66 años, con cuatro disparos a quemarropa.

La Policía de Investigaciones de Chile (PDI) señaló que por ahora no existen antecedentes que permitan relacionar este crimen con el conflicto mapuche.

El intendente (gobernador) de la Araucanía, Francisco Huenchumilla, condenó "tajantemente esta situación".

Según un comunicado de la Secretaria Regional Ministerial (Seremi) proporcionado en la tarde del domingo, "el intendente ha mantenido contacto permanente tanto con el general de Carabineros, como con el prefecto de la Policía de Investigaciones PDI), para conocer el estado de la investigación".

"Reiteramos la condena a este hecho y como Gobierno estamos preocupados y atentos a los resultados que lleva adelante la Policía de Investigaciones", recalcó el texto.

Los hechos de violencia en la sureña zona de La Araucanía son recurrentes desde hace décadas, ya que el pueblo mapuche, conformado por unas 600.000 personas, reclaman derechos ancestrales sobre predios que se encuentran en manos de hacendados y empresas forestales.

Varios indígenas que han sido encarcelados han protagonizado prolongadas huelgas de hambre, algunas de casi tres meses, para exigir garantías judiciales, que no se utilicen testigos sin rostro y que no se aplique la ley antiterrorista en sus juicios.