Un policía herido en el regreso de la violencia callejera a Irlanda del Norte

  • Un policía ha resultado herido en Belfast en una nueva noche de enfrentamientos con jóvenes protestantes opuestos a la retirada de la bandera británica del consistorio de la capital de Irlanda del Norte, informó hoy la Policía autónoma de la región (PSNI).

Dublín, 17 dic.- Un policía ha resultado herido en Belfast en una nueva noche de enfrentamientos con jóvenes protestantes opuestos a la retirada de la bandera británica del consistorio de la capital de Irlanda del Norte, informó hoy la Policía autónoma de la región (PSNI).

Después de casi una semana de manifestaciones pacíficas, grupos de jóvenes unionistas (partidarios de la permanencia de la provincia en el Reino Unido) han vuelto hoy a tomar las calles de varias localidades para protestar violentamente contra la decisión tomada el 3 de diciembre por los concejales de Belfast.

Con el de hoy son ya 30 los agentes del orden que han resultado heridos en los enfrentamientos que desde entonces han protagonizado algunas noches decenas de manifestantes, entre los que se incluyen miembros de grupos paramilitares protestantes, según la PSNI.

En el este Belfast, unas 200 personas atacaron hoy con fuegos artificiales, ladrillos, bombas de pintura y otros proyectiles a los policías, mientras que numerosas carreteras y calles de la capital fueron bloqueadas por los manifestantes para interrumpir el comercio en la ciudad.

También se organizaron actos de protesta en Lisburn y Carrickfergus, localidad esta última en la que un reducido número de protestantes llegaron a irrumpir en su Ayuntamiento para interrumpir una reunión del consejo municipal y amenazar a los políticos.

En Portadown, al sur de Belfast, una persona resultó herida en un accidente de carretera provocado por una de estas manifestaciones, que esta noche se han extendido a otras ciudades como Armagh, Derry, Ballyclare, Coleraine o Broughshane, según explicó un portavoz de la PSNI.

En un comunicado conjunto, el ministro principal norirlandés, el unionista Peter Robinson, y su adjunto en el Ejecutivo, el nacionalista Martin McGuinness, hicieron un llamamiento a la calma y aseguraron que las protestas están dañando la economía de la provincia.

La situación actual, aseguraron, perjudica el "comercio navideño" y la "economía local", al tiempo que niega a los políticos "el contexto" de tranquilidad que necesitan para abordar este asunto en torno a una mesa de negociación.

Los concejales de Belfast aprobaron a principio de este mes una moción del partido multiconfesional Alianza, que agrupa a católicos y protestantes, que permitirá que la bandera ondee solo durante 17 días al año, tal y como ocurre en otros edificios gubernamentales y en el castillo de Stormont, sede de la Asamblea autónoma.

"La ausencia de protestas callejeras crearía un contexto favorable en el que todos podríamos trabajar juntos para hallar una solución negociada", indicaron hoy Robinson y McGuinness en el comunicado.

El clima de tensión provocado por las manifestaciones se ha acentuado, además, por las amenazas de muerte que ha recibido el propio Robinson y dos de sus correligionarios del mayoritario Partido Democrático Unionista (DUP).

También miembros del partido Alianza y del Sinn Fein, antiguo brazo político del inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA), han sido alertados por la Policía autónoma (PSNI) sobre posibles amenazas de muerte.

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