Un preso amplía el informe forense en su querella contra jueces del Supremo

  • La defensa del preso que se querelló contra el Tribunal Supremo (TS) por prevaricación ha presentado una ampliación del informe forense en el que concluye que la muerte de su novia se debió a causas naturales y no a un asesinato, por el que el querellante fue condenado a 19 años y seis meses de prisión.

Madrid, 30 mar.- La defensa del preso que se querelló contra el Tribunal Supremo (TS) por prevaricación ha presentado una ampliación del informe forense en el que concluye que la muerte de su novia se debió a causas naturales y no a un asesinato, por el que el querellante fue condenado a 19 años y seis meses de prisión.

En el informe forense, al que ha tenido acceso Efe, el catedrático de medicina forense Luis Fontela afirma que aunque no realizó la autopsia del cadáver de la novia de David V.G., se ha dispuesto de la misma información y conocimiento del cadáver que si la hubiese efectuado él mismo gracias al complejo reportaje fotográfico.

El especialista afirma que en una autopsia lo importante es "ver y no mirar" y que, en su caso, ha visto más que los médicos forenses que realizaron la autopsia.

"Hoy día, los peritos saben que deben acompañar sus apreciaciones con las fotografías que respaldan los hechos observados a fin de que cualquier otro pueda opinar si está o no de acuerdo con las observaciones y conclusiones realizadas", señala el forense en su informe.

Por ello, añade, el informe aportado en el recurso de revisión "tiene plena validez", al igual que si hubiera estado presente en la autopsia, y determina "con seguridad" que su fallecimiento no fue de etiología homicida, sino a una muerte súbita a causa de una miocarditis.

Para la realización de la pericia se tuvo en cuenta el contenido de la diligencia del levantamiento del cadáver, las declaraciones de las autopsias efectuadas del cadáver, los informes del Instituto Nacional de Toxicología, los diversos informes periciales existentes en las actuaciones y la historia clínica de la fallecida.

El Supremo rechazó el pasado julio el recurso de revisión contra la sentencia de la Audiencia Provincial de Vizcaya que condenó a David V.G. a 19 años y seis meses de prisión por asesinar a su novia con el fin de cobrar unos seguros de vida que la muchacha había contratado, inducida por él, por cincuenta millones de pesetas (unos 300.000 euros) y en los que figuraba como único beneficiario.

A causa de esta decisión, la defensa interpuso el pasado 20 de febrero una querella contra tres magistrados de la Sala de lo Penal por prevaricación, al considerar que no tuvieron en cuenta nuevos informes periciales que, a su entender, evidencian que su pareja no fue asesinada por él, sino que murió por causas naturales.

Los hechos se remontan al 23 de octubre de 1995, cuando David V.G. trasladó a su novia al piso que los padres de ella tenían en Górliz (Vizcaya) y que utilizaban como residencia de verano. Una vez allí, le obturó los orificios respiratorios hasta que le provocó la muerte por asfixia, según consta en la sentencia de la Sección Primera de la Audiencia de Vizcaya.

Tras obtener los certificados de defunción inició los trámites para cobrar las pólizas, lo que no consiguió debido a que comenzaron las investigaciones policiales y las sospechas recayeron sobre él.

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