Una empresa de Barcelona esparce cenizas de difuntos al mar de forma legal

  • Una empresa de Barcelona ha sido la primera y una de las pocas autorizadas hasta ahora en España por el Ministerio de Fomento para depositar de forma legal y respetuosa con el ecosistema marino las cenizas de difuntos bajo las olas del mar Mediterráneo.

Cristina Heredia

Barcelona, 1 nov.- Una empresa de Barcelona ha sido la primera y una de las pocas autorizadas hasta ahora en España por el Ministerio de Fomento para depositar de forma legal y respetuosa con el ecosistema marino las cenizas de difuntos bajo las olas del mar Mediterráneo.

La empresa Gala Azul, que ha de comunicar cada "entierro" marino de cenizas a Capitanía Marítima, ha decidido que durante este mes de noviembre, para promocionar su actividad, llevará las cenizas de los difuntos para arrojarlas al mar de forma gratuita.

En una entrevista con Efe, el director general de Gala Azul, Ramón Arasanz, ha explicado que la suya es la "única empresa española que dispone de los permisos y licencias necesarios para realizar este servicio", ya que ha obtenido el beneplácito de la Secretaria General de Transportes y Capitanía Marítima de Barcelona del Ministerio de Fomento.

Después de 4 años de lucha contra las autoridades marítimas, la empresa funeraria consiguió demostrar hace un año, gracias a un informe presentado en el Ministerio de Fomento, que su actividad era sostenible y no producía ninguna alteración en el ecosistema marino.

Según Arasanz, "el Ministerio de Fomento puede autorizar expresamente esta actividad a empresas reconocidas del sector, pero siempre bajo determinadas condiciones".

El informe de certificación medioambiental es el principal condicionante que la administración pide a las empresas del sector funerario para comprobar que las cenizas que depositan en el mar no producen ninguna alteración en el medio marino.

"Cada 50 servicios que hacemos, la administración nos pide un informe detallado del estado del agua y del fondo marino donde hemos arrojado las cenizas para comprobar que nuestras prácticas son sostenibles con el medio", ha explicado Arasanz.

El director de Gala Azul ha asegurado que "no hay nadie más en España que trabaje en este sector y que lo haga de forma legal, con autorización y cumpliendo los requisitos de sostenibilidad que marca el Ministerio y las autoridades marítimas".

En España existen normativas municipales que vetan el libre esparcimiento de las cenizas en el mar, pero "hay personas que esparcen las cenizas de sus difuntos de forma ilegal y en sitios protegidos, como en el Cabo de Creus", ha denunciado Arasanz.

Según el responsable de la empresa, sólo en el área metropolitana de Barcelona "cada año pueden tirarse al mar hasta 14.000 urnas, "la gran mayoría depositadas por gente que no tiene autorización y depositan las cenizas al mar de manera clandestina e ilegal".

Para lanzar las cenizas al mar, Gala Azul utiliza urnas funerarias biodegradables que se deshacen con el agua.

"En una urna se llegan a depositar hasta un par de kilos de cenizas, una cantidad muy elevada para ir esparciendo en el mar sin ningún control y utilizando materiales contaminantes", ha dicho Arasanz.

El director de Gala Azul ha insistido en que llevar las cenizas al mar tal y como lo hacen ellos "no es contaminante", porque se alejan tres millas de la costa y tiran las cenizas a una profundidad de entre 50 y 70 metros.

En el último año, Arasanz ha prestado unos 50 servicios y ha asegurado que la demanda de clientes sigue sin crecer por dos razones: "Porque la gente no nos conoce y porque piensan que esta práctica está prohibida porque se contamina el medio marino".

Un servicio de la empresa Gala Azul puede costar alrededor de 500 euros más IVA y consta de una hora y media de servicio en una embarcación con capacidad para 7 pasajeros y otros servicios complementarios, como música de acompañamiento, ofrendas florales o la lectura de textos de dedicatoria y homenaje al difunto, entre otros.

Mostrar comentarios