Una gran soga de esparto cierra el V Congreso contra la Pena de Muerte

Madrid, 15 jun.- Una gran soga de esparto, portada por una cadena humana, puso el broche final hoy al V Congreso Mundial contra la Pena de Muerte que se celebró durante esta semana en Madrid y que concluyó con la petición unánime de que la pena sea abolida universalmente.

A ritmo de batucada, en la céntrica Plaza Callao de Madrid, concluyó este simposio, en el que el presidente de la Comisión Internacional Contra la Pena de Muerte, el español Federico Mayor Zaragoza, aseguró que se van a "redoblar los esfuerzos" en el caso de Pablo Ibar, el único español que se encuentra en el corredor de la muerte.

El padre de este preso -condenado a muerte en el año 2000 por un triple asesinato- comentó que es necesario luchar para abolir la pena de muerte porque es algo "inhumano".

Uno de los protagonistas en esta reunión, por su propio testimonio, fue Joaquín Martínez, el primer español que salió del corredor de la muerte hace ya doce años.

El V Congreso Mundial contra la Pena de Muerte concluyó con la petición de todos sus asistentes de la abolición de la pena que sigue vigente en el mundo árabe y en el africano, y en países como China y Estados Unidos.

El alto comisionado para Naciones Unidas de los Derechos Humanos aseguró que es necesario conseguir una abolición universal porque cada vez que un estado ejecuta a un ciudadano "se destroza un trozo de nuestra propia dignidad" y pidió a todas las organizaciones no gubernamentales y a la sociedad civil que apoye la iniciativa para la abolición universal.

Por su parte, la Premio Nobel de la Paz, la iraní Shirin Ebadi, mostró su tristeza porque todavía existan en el mundo países que practican la pena de muerte y personas esperando a ser ejecutadas.