Uno de los peores temporales que se recuerdan causa graves daños en Gipuzkoa

  • Carlos López.

Carlos López.

San Sebastián, 2 feb.- El temporal que esta madrugada ha azotado el Cantábrico ha causado importantes daños en la costa vasca, aunque los desperfectos más graves se han producido en Gipuzkoa, especialmente en San Sebastián, donde no se recordaba una situación similar desde el siglo pasado.

Las previsiones meteorológicas anunciaban olas de hasta siete metros para la pasada madrugada lo que, unido a la pleamar, movió ayer a las autoridades a decretar la alerta de nivel rojo, así como a activar los protocolos de seguridad establecidos, circunstancia que ha evitado víctimas personales, si bien los daños materiales son tan grandes que aún no existe una estimación aproximada.

A pesar de esta precauciones, el embate del mar ha sido mayor de lo esperado, como demuestran los daños registrados a lo largo del cauce del río Urumea.

En este lugar, las olas han penetrado por la desembocadura, desplazando los enormes bloques del espigón de protección de la playa de la Zurriola y han arremetido, uno tras otro, contra los cuatro puentes que atraviesan el cauce en esta zona, el último de ellos, el denominado José Antonio Agirre, situado en el barrio de Amara a unos cientos de metros de la costa .

En su trayectoria río arriba, el agua embravecida ha derribado varios metros de las barandillas de los puentes de la Zurriola, María Cristina y Santa Catalina, y ha roto parte del muro de contención del río al tiempo que levantaba las rejillas de desagüe que corren paralelas al cauce por el Paseo de Francia.

El Paseo Nuevo ha sido otra de las zonas en las que más han impactado las olas, que han destrozado parte del muro de piedra, en el que han abierto huecos por donde se ha colado una cantidad ingente de agua que se ha dirigido en forma de riada de más de un metro de altura hacia la Parte Vieja de la ciudad, donde ha anegado bajos, lonjas, garajes, locales y comercios en los que se han producido daños cuantiosos.

Por el camino, el agua ha arrancado bancos del mobiliario urbano, ha retorcido señales de tráfico y ha llegado a desplazar piedras de hasta 200 kilos, según ha referido a Efe un voluntario de la DYA.

Las olas han desencajado las puertas del almacén del Museo San Telmo y han destrozado las instalaciones de la Sociedad Fotográfica y del restaurante Kaskazuri, además de arrasar las cristaleras y accesos de los portales y establecimientos situados en el cercano Paseo de Salamanca, donde una pequeña excavadora y un camión trabajaban esta mañana en las labores de desescombro junto a personal municipal.

En esta zona las vías más afectadas han sido las calles San Juan, Narrika, San Vicente, Igentea y 31 de agosto, donde los bomberos están ayudando a los vecinos a achicar el agua con motobombas.

En el muelle de San Sebastián, los daños también han sido cuantiosos, después de que esta madrugada las olas superaran el espigón de abrigo del que han arrancado varias piedras que han caído, junto a enormes cantidades de agua, sobre las pequeñas embarcaciones atracadas en el muelle, muchas de las cuales se han ido a pique y han sido reflotadas por la mañana con una grúa.

Unos metros más adelante, junto a Real Club Náutico, la fuerza de las olas han levantado todo el tablado de la pasarela peatonal que se adentra en la bahía de La Concha.

Los bajos emplazados en la playa, como el gimnasio Hegalak, la discoteca La Zurriola y La Perla también han sufrido daños, así como parte de las barandillas de algunas escaleras de acceso al arenal, retorcidas como plastilina.

Testigos presenciales han señalado a Efe que todavía a las ocho de la mañana, más de dos horas después de la pleamar, las olas invadían todavía el Paseo de la Concha.

El oleaje ha afectado también al otro extremo de la bahía donostiarra, donde ha destrozado parte del muro situado frente al Club de Tenis. Asimismo ha producido daños de consideración en localidades como Orio, Pasaia, Zumaia, Deba y Zarautz, así como en la carretera que une esta última población con Zumaia, y en la carretera de acceso al faro de Híger, en Hondarribia.

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