Varios soldados muertos en un ataque del PKK en Turquía

  • Varios soldados turcos murieron el domingo en un ataque atribuido a milicianos del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) en el sureste del país, informaron medios locales.

El número exacto de militares que perdieron la vida en el ataque en la localidad de Daglica no fue comunicado. El primer ministro Ahmet Davutoglu convocó una reunión de seguridad de urgencia en Ankara.

Esta reunión, en la que participan las máximas autoridades civiles y militares del país, inició poco después de las 19H30 GMT.

En una declaración publicada en la página web de su brazo armado, el PKK afirmó haber matado a 15 soldados en "un acto de sabotaje y varios ataques".

De acuerdo al canal de noticias NTV, los milicianos hicieron estallar minas en el momento en que pasaba un convoy militar en la localidad de Daglica.

En represalia, aviones caza turcos bombardearon una docena de posiciones del PKK en esta zona situada en la frontera con Irak, añadió NTV.

El presidente del gobierno islamo-conservador Recep Tayip Erdogan expresó su "consternación" por el ataque, pero no dio un balance exacto del número de víctimas.

"Las informaciones recibidas por el jefe de estado mayor son entristecedoras", agregó.

"Las condiciones meteorológicas no eran favorables en la zona. El incidente se produjo durante una operación de limpieza. Hubo un atentado con una mina", refirió el jefe de Estado, prometiendo una respuesta "muy particular y decisiva".

Ankara lanzó en julio una importante campaña "antiterrorista" contra la guerrilla kurda, poniendo fin a dos años de cese el fuego.

Este domingo, dos policías murieron en enfrentamientos con milicianos en el distrito de Diyarbakir, la ciudad más grande del sureste de mayoría kurda de Turquía.

El ejército realiza diariamente operativos aéreos y terrestres contra los bastiones del PKK en el sureste de Turquía y el norte de Irak. Unos 70 miembros de las fuerzas turcas y más de 900 insurgentes del PKK han muerto desde el inicio de la ofensiva, según datos oficiales turcos, difíciles de confirmar.

Estos dos meses de enfrentamientos alejan cada vez más la esperanza de poner fin a un conflicto que en tres décadas ha dejado decenas de miles de muertos.

La reanudación del conflicto con el PKK es paralela a una crisis política que se prolonga desde las elecciones legislativas de junio, en las que el partido de la Justicia y el desarrollo (AKP) de Erdogan y Davutoglu, en el poder desde 2002, perdió la mayoría parlamentaria. Esa derrota bloqueó los planes de Erdogan de reforzar los poderes presidenciales mediante una reforma de la Constitución.

Ante la imposibilidad de formar una alianza de gobierno, se convocaron nuevas elecciones para el 1º de noviembre.

Erdogan afirmó en su intervención televisiva del domingo que si hubiera obtenido los poderes necesarios para enmendar la Constitución, se hubiera podido evitar el recrudecimiento de los enfrentamientos con el PKK.

"Si un partido hubiera obtenido una mayoría parlamentaria de 400 escaños (sobre un total de 550) para modificar la Constitución, esto no hubiera ocurrido", afirmó Erdogan, que se supone debe mantener un papel neutral en la contienda electoral.

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