Varsovia entierra entre protestas al último presidente de la etapa comunista

  • El general Wojciech Jaruzelski, último presidente de la Polonia comunista, fue enterrado hoy en Varsovia con honores militares, en una ceremonia durante la que grupos de manifestantes profirieron gritos y silbidos contra una de las figuras más controvertidas de la reciente historia del país.

Berlín, 30 may.- El general Wojciech Jaruzelski, último presidente de la Polonia comunista, fue enterrado hoy en Varsovia con honores militares, en una ceremonia durante la que grupos de manifestantes profirieron gritos y silbidos contra una de las figuras más controvertidas de la reciente historia del país.

A la misa funeral asistieron el presidente polaco, Bronislaw Komorowski, y los expresidentes Aleksander Kwasniewski y Lech Walesa, arrestado este último en 1981 por orden de Jaruzelski y negociador con él de los acuerdos que permitieron celebrar en 1989 las primeras elecciones libres de Polonia.

Mientras en la ceremonia Kwasniewski recordó la figura de Jaruzelski como un "hombre modesto", un "soldado" y un "político" que dedicó su vida a Polonia y asumió una responsabilidad de Estado en el momento más difícil, sus críticos profirieron gritos de "asesino" y "traidor" contra el general.

Jaruzelski impuso en 1981 la ley marcial, que dejó decenas de fallecidos y miles de detenidos, pero el Gobierno comunista se vio obligado a suspenderla dos años después a causa de la fuerte presión popular.

Fue un periodo traumático en la historia reciente polaca que aglutinó a la población contra el régimen comunista y precipitó su caída en 1989.

El funeral estuvo rodeado de fuertes medidas de seguridad, que no impidieron las sonoras protestas de los manifestantes tanto ante la iglesia en la que se celebró la misa, como en el sector militar del cementerio Powazki, donde fue enterrada la urna con las cenizas del general.

Walesa, exlider del sindicato Solidaridad, se arrodilló hoy durante el funeral, según mostraron las imágenes de los medios polacos, y dio la paz en la iglesia a la viuda y a la hija del último líder de la Polonia comunista.

Jaruzelski se declaraba ateo, pero, como aseguró hoy un sacerdote, trece días antes de su muerte pidió a un cura católico que le administrara los últimos sacramentos.

Las protestas de hoy eran previsibles ante la tensión creada por la decisión de enterrarlo en el cementerio de Powazki, en Varsovia, el más importante del país, y de hacerlo con honores, aunque fueran sólo los correspondientes a un alto mando militar y no a un exjefe de Estado.

Asociaciones y grupos anticomunistas lamentaron que "el hombre que ayudó al Kremlin a reprimir los movimientos democráticos en Polonia" y promulgó la ley marcial descanse entre la elite militar polaca.

El país celebra precisamente la próxima semana con grandes fastos el 25 aniversario de sus primeras elecciones democráticas.

Mostrar comentarios