Viceministra salvadoreña pidió no exponer a menores a un viaje peligroso

Los Ángeles (EE.UU.), 31 jul.- La viceministra para los Salvadoreños en el Exterior, Liduvina Magarín, pidió nuevamente hoy a los padres de familia centroamericanos no enviar a sus hijos a cruzar la frontera entre México y EE.UU., al considerar que se trata de una travesía peligrosa y sin garantías.

Luego de finalizar la visita que efectuó a centros de acogida de menores indocumentados en Texas y Nuevo México (sur de EE.UU.), Magarín señaló en Los Ángeles (California) que cerca de 250 mujeres y niños salvadoreños retenidos en esos centros enfrentan un proceso de deportación y calificó la situación como "bastante difícil".

La vicecanciller salvadoreña destacó que hay menores "con infecciones respiratorias o intestinales" y que si bien reciben atención médica en los centros de detención "no es suficiente para que los niños estén en buen estado de salud".

En el transcurso de un balance que efectuó sobre la situación de los menores centroamericanos retenidos por los oficiales de Inmigración de EE.UU., Magarín anunció el comienzo en Los Ángeles de una campaña para detener el envío de menores hacia el país norteamericano, bajo el título "No pongas en riesgo sus vidas".

Según señaló a Efe el cónsul de El Salvador en Los Ángeles, Walter Durán, la campaña se dirige a los padres y responsables de menores que residen en el país, "porque quien paga por sus niños para que vengan es el salvadoreño que está en los Estados Unidos".

La iniciativa cuenta con la participación del cantautor salvadoreño Álvaro Torres, quien afirmó que aceptó la invitación porque el Gobierno del país centroamericano ha prometido que trabajará a favor de mejores oportunidades laborales para los adultos, y educación y seguridad para los menores en sus lugares de origen.

El artista recalcó que la situación actual es muy diferente a la de las décadas de 1970 y 1980, que generó un éxodo de salvadoreños hacia Estados Unidos.

"No pongamos en riesgo a esos seres indefensos que tanto amamos: no caigamos en aquello de que 'ante situaciones desesperadas medidas desesperadas', no podemos hacerlo", reclamó Torres.

"Los niños son maltratados, vendidos abandonados en el camino. Hay que hacer conciencia entre los padres para que ellos definitivamente se abstengan de exponerlos a este tipo de maltratos", señaló por su parte el payaso Pizarrín, otro artista salvadoreño que apoya la campaña.

La crisis generada por la masiva llegada a EE.UU. de menores sin acompañantes ha merecido que el Gobierno salvadoreño brinde una respuesta "con un enfoque humanitario" y de prioridad a "su derecho a la reunificación familiar y el debido proceso", según afirmó la viceministra.

Añadió que durante su visita a los centros de detención en el sur de EE.UU. observó que "la primera causa por la que (los menores) emigran de manera irregular es la reunificación familiar, luego mencionan el tema de la falta oportunidades y la violencia".

Magarín anunció un compromiso del Ejecutivo salvadoreño para trabajar no sólo en la situación inmediata de los menores en los centros de detención, sino en las condiciones futuras para poder ofrecer empleo, educación y seguridad en El Salvador.

La viceministra estimó que la puesta en marcha de campañas de información en su país sobre los riesgos de la inmigración ilegal ha permitido la reducción del flujo de menores salvadoreños hacia Estados Unidos.

Los vicecancilleres de El Salvador, Guatemala y Honduras, junto a funcionarios de la red consular fronteriza, llegaron el viernes pasado a McAllen (Texas), para participar en una capacitación de tres días sobre derechos humanos y normativa internacional para la protección de la niñez inmigrante.

Posteriormente visitaron el centro de procesamiento en McAllen y se desplazaron a Nuevo México para visitar a las familias detenidas en la frontera.

Una de las personas con las que se entrevistó la viceministra Magarín fue una madre salvadoreña que el miércoles volvió a reunirse con tres de sus hijos, a los que había dejado en el país centroamericano hace 11 años.

"Los niños duraron cuatro días en el viaje, llegaron por Texas. Ahí estuvieron 10 días en inmigración y luego 31 días en una casa hogar", explicó a Efe Mirna Estela Cortés, la madre salvadoreña residente en Los Ángeles y que acaba de volver a reunirse con sus hijos.