GREENPEACE DENUNCIA QUE EL GOBIERNO JAPONÉS FUERZA A MILES DE PERSONAS A VOLVER A ZONAS CONTAMINADAS DE FUKUSHIMA

Greenpeace denunció hoy que el Gobierno japonés quiere forzar a miles de personas que en 2011 se vieron obligadas a desplazarse de sus casas tras el accidente de la central nuclear de Fukushima a retornar a sus hogares en 2017, pese a que la organización ecologista asegura que las áreas afectadas registran todavía niveles elevados de radiactividad peligrosos para la salud.
La organización presentó este miércoles el informe ‘Heridas Nucleares: El legado eterno de Chernóbil y Fukushima”, un estudio que analiza los impactos sociales y en la salud tras los accidentes nucleares, que expone la crisis generada por los residuos radiactivos.
La responsable de la Campaña de Energía Nuclear de Greenpeace, Raquel Montón, que participó en los trabajos de medición llevados a cabo en las últimas semanas en Fukushima, afirmó en la rueda de prensa que “los accidentes nucleares pasan, antes o después, pero pasan y la contaminación radioactiva no tiene solución”.
Por ello, desde la organización piden al Gobierno japonés que “no se reinicie ningún reactor nuclear y dé el salto a las energías renovables”.
Montón explicó que el accidente de Fukushima obligó al desplazamiento de más de 100.000 personas y que, a día de hoy, más de 60.000 personas vivan en barracones todavía.
Asimismo, también criticó las escasas medidas de descontaminación de Japón, ya que dijo que consisten en “limpiar los márgenes de los caminos y 20 metros alrededor de las casas, es decir, 56 de las 200 hectáreas afectadas”.
Hasta ahora, se han almacenado nueve millones de metros cúbicos de residuos radiactivos en más de 114.000 emplazamientos y expertos de Greenpeace aseguran que la contaminación vuelve a extenderse a zonas ya tratadas.
Raquel Montón aseguró que la incidencia del cáncer de tiroides en niños en las zonas afectadas está alcanzando cotas superioresincluso a las de Chernóbil.
Por su parte, el director de Greenpeace España, Mario Rodríguez, hizo especial mención a las enfermedades e impactos sociales que tienen este tipo de catástrofes, como por ejemplo depresión, alcoholismo y episodios de violencia que son muy difíciles de contabilizar, pero “destrozan la vida a las personas”.
Rodríguez declaró que “la energía nuclear es una energía peligrosa y el parque nuclear español está envejecido, por lo que el riesgo de accidente es mucho mayor”.
Por último, recomendó a los presidentes de Endesa y de Iberdrola que, “ya que quieren exprimir tanto la vaca nuclear, que se lleven a sus familias a Fukushima y a Chernóbil una temporada a ver si tienen la valentía de decir luego que la energía nuclear es segura, fiable y es el futuro”.

Mostrar comentarios