La primera final sin Brasil o España de la competición tendrá como protagonistas a los rusos, uno de los aspirantes, y la albiceleste, que intentará mantener que el trono quede en Sudamérica y que evitó un duelo europeo.
El combinado argentino mantuvo su condición de invicto y dejó sin premio a los portugueses, donde esta vez Ricardinho no pudo ejercer de salvador y ni siquiera tuvo su habitual protagonismo en un equipo que pagó dos minutos malos del primer acto.
Borruto, con una precisa vaselina, adelantó a Argentina, pero Ré replicó rápido para empatar antes de que los sudamericanos anotasen tres goles aprovechando los despistes defensivos de Portugal, que sólo había encajado cuatro goles hasta las semifinales.
Stazzone, Vaporaki y Cuzzolino no perdonaron y pusieron a los suyos con pie y medio en la final. Los portugueses lo intentaron sin éxito y en el tramo final del segundo periodo Cuzzolino sentenció y Tiago Brito maquilló el marcador.
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