"Si hubiera sabido al principio de la etapa que el final acababa así, lo hubiera firmado. Mirando las diferencias en la general, podemos decir que está tomando forma a pesar de que fuera solamente una subida de 3 kilómetros. Creo que puedo estar contento con ello y con el trabajo que han hecho mis compañeros", indicó Froome en línea de meta después de una quinta etapa en la que consiguió reforzar su liderato.
El vigente campeón del Tour de Francia, que acabó decimocuarto este miércoles a 4' 31'' de Alexey Lutsenko (Astana), logró distanciarse en la general de sus máximos perseguidores, entre ellos David De la Cruz (Quick-Step) o Vincenzo Nibali (Bahrain-Merida, que cedieron hasta medio minuto. "Estoy orgulloso de haber superado el Tour y volver a La Vuelta en buena forma. Cada vez veo más cosas de mis rivales", matizó el británico.
"Esteban Chaves parece ser el escalador más fuerte", destacó del ciclista colombiano de Orica-Scott, quien fue uno de los pocos corredores que aguantó el intenso ataque de Froome, al igual que un Alberto Contador que también cuajó "una gran etapa" y fue el principal protagonista del último arreón que solventó con creces el maillot rojo.
"Van Garderen todavía está en la pelea, y con Nicolas Roche, los BMC tienen dos opciones a jugar. Me ha sorprendido ver a Vincenzo Nibali y Fabio Aru perder algo de tiempo, igual que Romain Bardet", detalló sobre otros de los ciclistas también inmersos en la lucha. "Sin embargo, es una carrera larga e imagino que será diferente en la alta montaña", apuntó Froome, conocedor de las complicadas cuestas que componen la Vuelta, y que esta edición contará de nuevo con El Angliru.
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