Ghana trabaja para recuperar el esplendor de sus velocistas

Rex Brobbey, antiguo atleta olímpico ghanés, ha regresado a casa con una misión: encontrar y formar al corredor más rápido del país.

El mes pasado, delante de la televisión, sintió la adrenalina subir al ver la última carrera olímpica de Usain Bolt. Durante 9,81 segundos su corazón se aceleró y sus manos se humedecieron de sudor.

Bolt, el mejor velocista de todos los tiempos, dejará ahora su puesto a una nueva generación de atletas y Brobbey está seguro de que entre ellos habrá algún ghanés.

"Lo que Usain Bolt hace ahora es lo que Ghana hacía en los años 60 y 70", recuerda Brobbey, considerado el hombre más rápido de África en la década de los 80.

"Nuestros atletas eran los maestros mundiales cuando se trataba del esprint. Pero el mundo ha avanzado y nuestros talentos han quedado bloqueados en el mismo nivel", añade.

En 2013, Brobbey fundó Ghana's Fastest Human ('El hombre más rápido de Ghana'), una competición anual de 100 metros destinada a descubrir los mejores talentos del esprint.

El pasado sábado, 160 corredores llegaron de todo el país para participar en la final, que se disputó en Kumasi, la segunda ciudad más importante de Ghana.

Joseph Paul Amoah, estudiante de 19 años de la región de Ashanti, ganó con un tiempo de 10,08 segundos.

Dos hombres y dos mujeres, seleccionados entre los finalistas, podrán seguir un programa intensivo de preparación, en el que participan un nutricionista, un psicólogo del deporte y cuatro entrenadores profesionales.

Brobbey espera que el programa pueda ayudar a los velocistas ghaneses a regresar a la élite del atletismo mundial para los Juegos de Tokio 2020.

"Quiero que las carreras de atletismo vuelvan a ser atractivas", explica a la AFP.

Los dos ganadores de la edición de 2013, Emmanuel Dasor y Beatrice Gyaman, participaron en los Juegos de Rio. No consiguieron medallas pero demostraron una progresión al pasar de aficionados a profesionales de alto nivel en tres años.

Para la formación, Brobbey ha recurrido a los patrocinadores (Adidas y la compañía nacional de hidrocarburos GNPC), en un momento en el que el presupuesto del Ministerio de la Juventud y el Deporte ha perdido la mitad de su partida. De los 54 millones de cedis (11,8 millones de euros) en 2012 ha pasado a 22,6 (unos 5 millones de euros) este año.

Beatrice Gyaman, de vuelta tras participar en los Juegos, prometió al pueblo ghanés "conseguir una medalla" si obtiene suficiente apoyo.

La falta de financiación le ha impedido participar en competiciones internacionales, lo que supuso un obstáculo a la hora de obtener experiencia al máximo nivel.

"Puedes correr con tus colegas de entrenamiento, pero después se vuelven tan familiares que el sentimiento no es el mismo que en una competición", explica Ohene Karikari, antiguo velocista olímpico y actual entrenador jefe del programa.

Gracias a Brobbey y a su red de apoyos internacionales, Karikari es más optimista que hace tres años.

Brobbey, que representó a Ghana en los Juegos de Los Ángeles 1984, pasó más de diez años en Estados Unidos antes de regresar a su país de origen en 2003 con el objetivo de relanzar la velocidad de alto nivel.

"No quería regresar. No quería ir a un sitio en el que no hay buenas carreteras ni McDonalds's. Pero finalmente, para fundar un movimiento, no hay mejor argumento que Míster Hollywood regrese a casa", señala.

"Hacen falta seis años para que un atleta alcance su mejor forma. Hace falta que llegue a casa llorando, que sus músculos se hinchen. Es lo que hacemos aquí, encontrar a los atletas que serán campeones en seis años", desvela.

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