El Mundial de 48, mina de dinero para FIFA y oportunidad para los agentes

El Mundial de 48, mina de dinero para FIFA y oportunidad para los agentes
El Mundial de 48, mina de dinero para FIFA y oportunidad para los agentes
Getty Images.
Diego Mariño

La FIFA aprobó el pasado 10 enero la ampliación del Mundial a 48 equipos para la edición de 2026. Una decisión basada en hacer llegar el fútbol "a todo el mundo", pero que está sustentada sobre todo en motivos económicos. La estimación de la FIFA es que el Mundial supondrá unos ingresos a mayores de 600 millones de euros, aunque se olvidó de comentar que el 90% de esos beneficios irán directamente a sus arcas, no a las del país organizador.

Está claro que el aumento del cupo de participantes permitirá participar a países que nunca hubieran soñado con ello, por lo que la FIFA cumple con su cometido futbolístico, y se asegura también ganancias mayores desde el punto de vista económico.

De hecho, para el Mundial de Rusia 2018 se prevén 3.345 millones millones de beneficio, que aumentarían hasta los 3.950 millones en 2016, según un informe de la FIFA. 

"Por un lado, va a suponer más ingresos de la parte de patrocinadores de otros países que no habían entrado en el juego, además de la venta de derechos de televisión a más sitios", explica a Lainformacion.com Álvaro Fernández Luna, director de Área de Deporte de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y Fisioterapia de la Universidad Europea de Madrid.

Actualmente, el 60% de los derechos de televisión pertenecen a Europa, pero esa variable se modificará si entran súperpotencias como China o la India. Además, el 90% de los ingresos se lo lleva la FIFA y su canon "monstruoso". "Al país organizador le queda muy poco", indica.

Por este motivo, volver a ver una Copa del Mundo con sede en un país en vías desarrollo como Sudáfrica será todavía más difícil con un formato de 48 equipos. 

El Mundial de Brasil de 2014 fue el más caro de todos los tiempos, con 10.200 millones de euros invertidos entre infraestructuras, telecomunicaciones y personal. En Sudáfrica se invirtieron 5.600 millones, mientras que en países desarrollados como Alemania (Mundial 2006) se gastaron 1.800 millones y en Estados Unidos (1994) y Francia (1998), menos de 1.000 millones.

Los gastos en infraestructuras, no solo estadios sino hoteles y telecomunicaciones, alejan la posibilidad de ver en Mundial en país que no sea de occidente.

"Un Mundial no es lo mismo que unos Juegos Olímpicos. Si estos se han hecho bien, como es el caso de Barcelona o Londres, pueden servir de impulso a la ciudad y al país.

Sin embargo, un Mundial al ser más corto y menos televisado tiene menos impacto, por lo que un país en vías de desarrollo tiene que pensarse dos veces el hecho de organizarlo", afirma. La FIFA lo tendrá en cuenta, por ello suenan como organizadores del Mundial de 2026 países como Estados Unidos o China.

Follow @Dmarinorr// Agentes y casas de apuestas, los más beneficiados

Los 600 millones que prevé de beneficio la FIFA serán el mayor premio aparte de la expansión futbolística mundial. 

El negocio del Mundial de 48 equipos se extiende también a los agentes de futbolistas, que estarán alerta para colocar a figuras emergentes de países poco conocidos en el mundo del fútbol "en ligas de caché más alto".

Además, las casas de apuestas verán aumentada la actividad de sus usuarios con el paso de los 64 a 80 partidos durante los 32 días que durará la competición. El dinero manda en el fútbol.

"No es algo nuevo. Hoy en día las entidades deportivas se gestionan como empresas de entretenimiento. Es una gran oportunidad de negocio que nadie quiere perderse. Los patrocinadores, si son marcas globales, pueden llegar a sitios que antes no llegaban. Es una decisión económica pero que no resta los beneficios para el fútbol mundial", cuenta.

Esa es la cara de la moneda pero la cruz radicará en la pérdida de espectacularidad, ya que selecciones de poco nivel formarán parte del torneo de fútbol más prestigioso del mundo. 

Además, el calendario estará sobrecargado, obligando a los jugadores a jugar una ronda más (dieciseisavos de final), aunque "tampoco cambiaría mucho la estructura de planificación y entrenamientos".

"Se televisarán todos los partidos y el calendario estará repleto, pero no será un problema. El espectador priorizará", asegura.

Decisión acertada o no, lo cierto es que el Mundial ha ido aumentando su número de participantes desde su primera edición disputada en Uruguay en 1930, donde 13 equipos formaron parte del torneo. "Quizás, si este aumento de 32 a 48 se hubiese hecho en otra época donde las marcas y el márketing deportivo no tuviesen tanta repercusión, no habría tantas críticas", concluye. 

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