Ogier, favorito en Cerdeña a expensas de su paternidad

El concurso en el Rally de Italia-Cerdeña del triple campeón del mundo, Sébastien Ogier (Volkswagen), al que se le resiste la victoria desde el pasado mes de febrero, está a expensas del nacimiento de su primer hijo, que podría producirse en las próximas horas.

"Espero que no sea necesario, pero en caso de necesidad, un avión me espera en el aeropuerto de Alguer. Se necesita una hora y media para llegar a Múnich. Deseo tomarlo el domingo por la tarde tras la llegada para reencontrarme con mi pequeña familia", explicó el piloto francés, que suma tres victorias consecutivas en el Rally de la isla italiana, todas ellas al volante de un VW Polo-R.

Al llegar a Cerdeña como líder del Mundial, Ogier será el primero en conducir por las pistas sardas, muy secas este año, por lo que será él que marque la trazada, lo que le costará unos segundos que salvo hecatombe de sus rivales podría dificultarle la victoria final, lo que ya le ocurrió en México (2º), Argentina (2º), y Portugal (3º).

"Este rally me ha ido muy bien las últimas temporadas. Pero este año la probabilidad de ganar es pequeña saliendo el primero. Si puedo fallar en un Rally es en Cerdeña. Espero al menos sumar unos puntos... si corro la prueba. Un podio sería un gran resultado para mí este fin de semana", estimó Ogier.

La regla actual sobre el orden de salida fue concebida para penalizarle, según estima el piloto galo, algo que ha repetido en varias ocasiones, aunque esta vez prefiere hablar de otra cosa: el esperado nacimiento de su primer hijo, dos años después de su discreto matrimonio, en agosto de 2014, con la alemana Andrea Kaiser.

"Hasta ahora mi ánimo no está alterado por este acontecimiento que, en principio, está previsto entre Cerdeña y Polonia (del 30 de junio al 3 de julio). Cuando se me ha pedido mi opinión, respondí que sí, que estaba preparado para dejar el rally si mi mujer se ponía de parto. No me esperaba que eso se convirtiera en la cuestión número uno", prosiguió.

Su motivación sigue por tanto intacta, y así lo hizo saber Ogier: "Aquí tengo el mismo planteamiento que suelo, la misma preparación, la misma seriedad y el mismo trabajo, como antes de cada carrera", señaló.

"Mi vida privada va desde luego a cambiar pero no mi vida profesional", concluyó el jerarca mundial de los rallies, de 32 años.

Con 47 puntos de ventaja sobre su compañero de equipo, el noruego Andreas Mikkelsen, en la clasificación del Mundial, puede permitirse ausentarse sin que vea peligrar su liderato.

Sólo dos escuderías podrán hacer frente a la armada VW y postular a sus pilotos para el podio: Hyundai, con sus i20, y M-Sport, con sus Ford Fiesta RS. Citroën, en plena preparación para el Mundial 2017, que se impuso en Portugal el mes pasado gracias a Kris Meeke, no disputará la prueba de Cerdeña.

Una baja de la que intentará sacar partido el resto de equipos, comenzando por Hyundai, que se vio obligado a reconstruir el i20 de Hayden Paddon, calcinado en Portugal.

"Tenemos buenos recuerdos de Cerdeña, con dos pilotos en el podio el año pasado", recuerda Michel Nandan, el Team Principal francés de la escudería surcoreana con base en Alemania. "Deseamos volver a estar adelante, justo después de nuestro mejor inicio de la temporada desde nuestro debut en el Mundial".

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