Al Bidasoa solo le vale la victoria ante el Ciudad Encantada

Irun (Gipuzkoa), 28 mar.- Al Bidasoa Irun solo le vale conseguir los dos puntos en el partido que disputará mañana en Artaleku, ya que todo lo que no sea ganar al Ciudad Encantada de Cuenca dejaría a los guipuzcoanos más cerca del descenso que de mantenerse en la Asobal.

El conjunto de Irun es colista con nueve puntos y el Valladolid, equipo que marca la salvación en estos momentos, le aventaja en cinco, por lo que la necesidad de sumar es imperiosa en las próximas jornadas si quiere llegar a final de temporada con opciones matemáticas de no bajar.

En esta situación, los cuatro partidos que le quedan a los entrenados por Fernando Bolea en Artaleku son auténticas finales, aunque al técnico no le gusta emplear esta palabra por la presión que puede suponer para una plantilla joven y con falta de experiencia en la categoría.

Dada la transcendencia del encuentro ante los manchegos y la importancia de que los dos puntos se queden en casa antes de visitar al Villa de Aranda -penúltimo clasificado-, el club ha decidido que cada socio pueda ir con un acompañante gratis para llenar así el pabellón.

Con el empuje del público, el Bidasoa tratará de imponerse en un partido que no se presenta nada sencillo ante el Ciudad Encantada, que está realizando una buena segunda vuelta en la que solo ha perdido un partido lejos de Cuenca y fue en la difícil cancha del Naturhouse La Rioja.

Los guipuzcoanos, que empataron en la primera vuelta en el encuentro disputado en tierras manchegas, ya han demostrado por tanto lo que pueden hacer frente al equipo de Zupo Equisoain y más en Artaleku donde han llegado con opciones al final de casi todos los encuentros.

Para el Bidasoa será clave mantener la fluidez en ataque mostrada en Barcelona y, sobre todo, ser contundentes en defensa, en especial para frenar a Renaud y Livopina, principales amenazas visitantes que están entre los cinco mayores goleadores de la Asobal.

Al jugar la pasada jornada entre semana, Bolea dio unos días de descanso a la plantilla, que han venido muy bien, según el propio técnico, para que los jugadores despejen la mente y también para que la mayoría de los tocados se recuperen, aunque Roberto Álvarez y Fernando Rincón todavía arrastran alguna molestia.