El Barcelona recibió en el Vicente Calderón su primer reconocimiento como campeón de la Liga BBVA. El Atlético de Madrid le hizo el pasillo y el halago pareció debilitar a un Barça que salió con muchos titulares. El equipo 'colchonero' también salió con una mayoría de jugadores indiscutibles para el Simeone, pero pareció querer probar cosas para la final.
Con el equipo de Tito sin querer ofender a aquellos que le homenajeaban y con el Atlético falto de ritmo, el encuentro se convirtió en una 'pachanga' con ritmo veraniego. Solo las ganas de Falcao, algún detalle de Adrián y el desborde de Tello ponían algo de mordiente a un partido que parecía estorbar a los dos equipos.
Hacía falta un soplo de agitación y una lucha, una bajada al fango de Gabi, el centrocampista consiguió rebañar un balón y dárselo en ventaja a Falcao. El colombiano situando en ventaja no desaprovechó la ocasión de dar una alegría al numeroso público que había asistido al Calderón.
El partido debería haber cambiado en ese momento, pero se quedó sin sus dos estrellas. Simeone sacó del campo a Falcao para dar entrada a Diego Costa y Messi desapareció del terreno de juego. El Barcelona ya había hecho sus tres cambios y el argentino enfiló el camino de vestuarios ante el asombro de todos. El equipo catalán se quedó con diez y Messi parecía recaer de su lesión.
Curiosamente mordió más con diez el Barcelona y acabó dándole la vuelta, casi sin querer, al marcador. El tanto que volteaba el marcador fue un tanto en propia meta imperdonable. Un tiro de Villa, que iba fuera, lo desvió Gabi y lo introdujo en su propia meta, despistando a Courtois.
El Atlético dejó pasar una ocasión de oro para dar una alegría a su afición y para que sus jugadores creyesen en la posible victoria en la final de Copa este viernes.
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