Atlético - Betis: El Calderón disfruta con la Copa del Rey

    • Los rojiblancos consigueron una victoria muy importante por dos goles a cero gracias en gran medida a las intervenciones de Courtois.
    • El Atlético fue superior en la primera mitad, pero el Betis mejoró en la segunda.

Los rojiblancos consiguieron una buena victoria por dos goles a cero ante un Betis que fue de menos a más en el partido. De no llegar a ser por Courtois, portero del Atlético, el resultado hubiera sido bien distinto. Los goles los pusieron Falcao y Filipe Luis.

El ambiente en el Vicente Calderón era de noche copera, entre dos aficiones hermanadas desde hace tiempo, la rojiblanca y la verdiblanca. Cerca de 35.000 aficionados se acercaron hasta el Vicente Calderón, 1.000 de ellos béticos que no dejaron de animar en todo el encuentro. No estuvo nada mal la entrada teniendo en cuenta el horario y que se televisó en abierto. Ayudó en gran parte que el Atlético regaló una entrada para el partido a cada abonado que estuvo en la pasada eliminatoria contra el Getafe.

La parte atlética no se cansó de animar a sus jugadores desde el minuto uno hasta el 90. Pronto llegaron los goles, primero fue Falcao en un gran remate de cabeza a centro de Raúl García y después Filipe con un disparo desde dentro del área.

Los béticos no se vinieron abajo y liderados por Beñat en medio campo se fueron al ataque, mientras su afición volvía a darles ánimos desde la grada. En varias ocasiones corearon el nombre de Pepe Mel, en muestra de agradecimiento a lo que está consiguiendo con el equipo.

Una de las mayores, sino la mayor ovación se la llevó Courtois, cuando hizo una triple parada a bocajarro a tres disparos cercanos. En la segunda parte, el portero volvió a salvar a su equipo en un mano a mano ante Jorge Molina. Diesgo Costa, que fue el mejor hombre de campo rojiblanco fue despedido con el Calderón en pie.

En la 'guerra' de banquillos, 'El Cholo' Simeone no paró de gritar desde la banda y el cuarto árbitro le tuvo que avisar en varias ocasiones para que regresara a su sitio. Mucho más comedido estuvo Pepe Mel, que vio como su equipo no salió al campo lo suficientemente despierto e intentó modificar el sistema desde la banda.

El partido terminó con miles de bufandas rojiblancas ondeando en el Calderón y la eliminatoria, que viaja a Seviilla de cara para el Atlético, se decidirá la próxima semana en el Benito Villamarín.

Víctor Gil
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