Pearson, de 29 años, se lesionó entrenando en su centro de entrenamiento en la Costa Dorada, según confirmó un portavoz de la Federación Australiana.
Las esperanzas de defender el título olímpico conseguido en Londres ya eran escasas después de la reunión de Roma, perteneciente a la Golden League del pasado año. En la capital italiana, Pearson se rompió la muñeca, corriendo el riesgo de que se le amputara el antebrazo izquierdo.
La campeona del mundo en 2011, que también consiguió la medalla de plata en los Juegos de Pekín, reapareció a principios de este mes, pero sus resultados en las tres carreras de Birmingham, Francia y Oslo fueron decepcionantes.
"He entrenado intensamente y estoy exhausta, pero no me queda otro remedio si quiero ser competitiva en Río", aseguró Pearson hace 10 días. La atleta oceánica va a seguir preparándose de cara a los Juegos de la Commonwealth de 2018.
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