El baloncesto brasileño quiere hacer historia ante su público en Río

La selección brasileña de baloncesto quiere demostrar de lo que es capaz ante su público y pelear por subir al podio en el torneo de baloncesto de los Juegos Olímpicos de Rio-2016, cincuenta y dos años después de su última presea.

Brasil cuenta con tres medallas de bronce olímpicas en baloncesto msaculino en su haber, pero la última data de los Juegos Olímpicos de Tokio-1964 cuando se impuso a Puerto Rico por el tercer puesto.

Sus anteriores medallas llegaron en Londres-1948 y Roma-1960.

"Estoy seguro de que no estamos aquí solo para luchar por una medalla, vamos a luchar por el oro", aseguraba el escolta Leandro Barbosa, máximo anotador de su equipo en los Juegos de Londres-2012.

En la capital británica, Brasil se quedó a dos pasos del podio, al quedarse en quinta posición.

La selección que más veces ha participado en los Juegos Olímpicos, 15, después de Estados Unidos (18), quiere hacer un buen papel ante su público, que llenará la cancha del Arena Carioca 1 del parque olímpico para ver a sus jugadores.

"Sin duda vamos a tener una motivación extra en nuestros juegos con los aficionados que nos apoyan", añadió Leandrinho, convencido de que "podemos hacer historia en estos Juegos Olímpicos".

Aunque finalmente no podrá contar con su pívot Anderson Varejao, de Golden State Warriors, la selección brasileña cuenta con una nómina de cinco NBA en su equipo.

Los bases Marcelino Huertas, de los Lakers, y Raulzinho Neto, de los Utah Jazz, junto a Barbosa y los pívots Nene Hilario, de los Washington Wizards, y Cristiano Felício, de Chicago Bulls, forman el quinteto de brasileños que evolucionan en Estados Unidos.

Es uno de los equipos (a excepción del propio Estados Unidos) que más jugadores de la liga norteamericana aporta a estos juegos donde hasta 47 jugadores de la NBA están presentes en diferentes equipos.

"Sin duda, podemos soñar. La medalla está difícil, pero lucharemos por ella y esa posiblidad existe", decía el seleccionador de Brasil, el argentino Rubén Magnano.

El técnico, que ya dirigió a los brasileños en los anteriores Juegos Olímpicos de Londres, es consciente de la dureza del grupo donde se encuentra encuadrado de inicio su equipo en Rio con equipos como España, vigente subcampeona olímpica, Argentina o Lituania, la actual campeona de Europa.

El grupo se cierra con la siempre complicada Croacia y Nigeria.

"Vamos a pelear y competir al más alto nivel con las mejores selecciones del mundo y espero que eso sirva de motivación para que acudan nuestros aficionados y de la misma manera que los Juegos Olímpicos servirán a nuestra gente", dijo Marcelino Huertas, a pocas horas de iniciar la competición.

Los brasileños comenzarán su andadura en los Juegos Olímpicos el domingo en un complicado partido ante Lituania, a la que los locales ya vencieron en un torneo preparatorio previo al torneo por un apretado 64-62.

"Esta victoria nos da confianza de cara a los Juegos, puesto que son nuestros primeros rivales", reconocía Magnano tras este encuentro el pasado 31 de julio.

Ahora le toca a su equipo tratar de convertir esa confianza en puntos en la mayor fiesta del deporte.

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