"Barcelona nos dio una gran lección", asegura la organización de Río 2016

Río de Janeiro, 18 dic.- Río de Janeiro, que organizará los Juegos Olímpicos de 2016, considera a Barcelona, que fue la sede en 1992, como el modelo a seguir para garantizar que el evento realmente beneficie a la ciudad sede, afirmó hoy la directora de la Empresa Municipal Olímpica, Maria Silvia Bastos.

"Barcelona nos dio una gran lección sobre cómo los Juegos Olímpicos deben servir a la ciudad", aseguró la responsable en este municipio brasileño de la organización de los Juegos de 2016 en un desayuno con periodistas.

Según Bastos, una conocida ejecutiva procedente del sector público, la capital catalana "colocó ese objetivo en la cabeza del alcalde (de Río de Janeiro, Eduardo) Paes".

La funcionaria agrego que, así como ocurrió en Barcelona, los Juegos de Río de Janeiro "han dejando un legado antes de celebrarse, ya que la mayoría de obras se están haciendo para la ciudad".

"Las instalaciones deportivas comenzarán a tener forma a partir de 2014", prometió la responsable municipal, y añadió que será también en ese año cuando "se iniciarán las obras del complejo destinado al balonmano, así como las del parque acuático y el velódromo".

También se refirió a la transferencia al Ayuntamiento por parte del Gobierno brasileño del Complejo Deportivo de Deodoro, que se construyó para los Juegos Panamericanos de 2007 y que actualmente es un área militar.

Allí se disputarán las pruebas de tiro, hípica, esgrima, baloncesto, bicicleta BMX y piragüismo.

Bastos reconoció que, al tratarse de un área militar, "todo se complica un poco más".

Preguntada por el posible retraso de las obras, Bastos dijo que se trata de "un desafío enorme, pero no una misión imposible" y añadió que "nada es simple, ya que la organización de unos Juegos Olímpicos es algo muy complejo".

La responsable por la organización de Río 2016 anunció también un programa para inscribir y capacitar a voluntarios municipales, que se encarguen de orientar a los visitantes que la ciudad recibirá durante los Olímpicos, y que complementarán a los 70.000 reclutados por el Comité Olímpico Brasileño para trabajar en las instalaciones olímpicas.