Bill Siegel muestra en un documental al hombre tras el boxeador Muhammed Ali

  • Alicia G.Arribas.

Alicia G.Arribas.

Madrid, 22 feb.- El realizador Bill Siegel agita la memoria de quienes vieron alguna vez boxear al mítico Cassius Clay y presenta al mundo a su "alter ego", Muhammed Ali, y para ello se sirve del recorrido por los tribunales en los que luchó el campeón en el documental "Los juicios de Muhammed Ali".

"Es difícil crecer en este mundo y no haber oído algo acerca de Ali; el tiempo pasa y él se hace cada vez mayor (...) Por eso -explica el director de Chicago (EE.UU.) en una entrevista telefónica con Efe- pensé que importaba que se conociera mejor, más seriamente, a Ali fuera del ring".

"Fue campeón olímpico y una indiscutible estrella del deporte, pero también un símbolo social, un luchador incansable por los derechos de la población negra que combatió como pocos la discriminación racial durante los años sesenta", explica Siegel.

La cinta, que se verá este domingo en el canal TCM, conmemora el 50 aniversario de la primera vez que el boxeador de Kentucky se coronó campeón del mundo de los pesos pesados tras vencer a Sonny Liston.

"Los juicios de Muhammad Ali" repasa la época en la que el legendario boxeador fue encarcelado por negarse a ir como soldado a la guerra del Vietnam y su impactante conversión al Islám, que marcó los principales años de su vida, justo cuando vivía su mejor momento deportivo.

"No soy negro, ni musulmán, ni boxeador. No nos parecemos pero, aun así, admiro la inspiración de alguien que consigue llegar a ser él mismo. Admiro cada cosa que ha hecho", afirma Siegel.

Y señala que la gente le conoce como boxeador, pero él quería mostrar "su lucha, sus dificultades para convertirse en quién es y el impacto que tuvo en cada uno de nosotros".

Bill Siegel, que codirigió el documental nominado a los Oscar "The Weather Underground" (2002), ha dedicado cerca de 20 años a investigar la vida de Ali antes de sentarse a ordenar los aspectos de su vida que contaría al público y cuáles quedarían atrás.

Y de todos los Muhammad Ali que salen en su documental es "el humilde" el que prefiere Siegel, "el que aprende cosas de sí mismo y de la gente que encuentra, y el que enseña lo que ha aprendido a otros. Pero como fue tan carismático -apunta el director-, era fácil pasar por alto el hecho de que fue una persona sola contra el mundo".

Opina que para el gran deportista que fue Ali -en su época "amateur" logró la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Roma 1960- lo peor debió ser que le retirasen la licencia y le impidieran vivir de "algo para lo que se había entrenado toda la vida, porque empezó a boxear cuando tenía 12 años. Era un exiliado en su propio país", agrega.

Esta recopilación de material incluye imágenes nunca vistas, como declaraciones de sus familiares y amigos, como el atleta John Carlos, quien, junto a Tommi Smith, pasaron a la historia como los negros que celebraron su medalla olímpica en 1968 con un puño negro en alto, símbolo del "black power" que preconizaba Ali.

Imágenes que el director, que se define como "una especie de empollón de la investigación", afirma que podría ver una y otra vez sin cansarse.

Con ese amor, dice, espera que la película ayude a quienes la vean "a comprender mejor a Ali y el impacto que tuvo en nosotros; como aprendimos sobre nosotros gracias a él".

Y detalla su parte favorita: "En los primeros cinco minutos, en 1968, se ve cómo es prácticamente atacado por el comentarista de la televisión americana, y la siguiente imagen es en 2005, cuando el presidente Bush entrega la medalla de la libertad -el gigante ya tiene Parkinson-. Esto dice más de nosotros que de Ali", concluye.

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