La brasileñas y el fracaso inesperado en voleibol de Rio-2016

La tormenta perfecta se desató sobre Rio de Janeiro, las 'meninas' del voleibol se desmoronaron ante China y el sueño del triple oro consecutivo se evaporó en la noche menos pensada en los Juegos Olímpicos de 2016.

El golpe aún se siente porque el voleibol en Brasil es el segundo deporte en popularidad después del fútbol.

La euforia desatada y la 'torcida' lista para disfrutar un triunfo fácil ante un equipo de China que pasó sin pena ni gloria por la fase de grupos, así arrancó la noche en el Maracanazinho.

Pero tras un primer set casi perfecto, los nubarrones invadieron el juego de Brasil llevándolo a un pozo del que nunca lograría salir.

"Intentamos todo, dimos todo pero no terminó bien" dijo entre sollozos Dani Lins, una frase que se repitió una y otra vez en la zona mixta.

Al igual que las lágrimas en los rostros apenados y desorientados de un equipo que comenzaba a vivir su sueño dorado en Rio.

El listón era alto, medalla de oro en Pekín-2008 y Londres-2012 y una 'torcida' convencida de que la 'ciudad maravillosa' sería la testigo de la tripleta consecutiva, igualando a Cuba.

Para Dani Lins la pena es grande: "los brasileños todos merecíamos una final para cerrar esta fiesta maravillosa".

La despedida del torneo no fue la única de la noche, la capitana Fabiana y Sheilla confirmaron su retiro de la selección.

Jaque - otra de las bicampeonas olímpicas- prefirió dejar abierta la puerta, porque "muchas jugadoras dicen que se retiran y después vuelven, mejor esperar".

La esposa de Murilo, el ejor jugador del voleibol de Londres-2012, jugó pocos minutos en el torneo, pero confirmó que sigue siendo una de las mimadas de la afición que ovacionó cada uno de sus puntos.

Con las veteranas fuera del equipo se abre paso a una nueva generación que tendrá en jugadoras como la principal atacante en estos Juegos, Natalia, a sus referentes.

En un país donde el voleibol es el segundo deporte en popularidad las caídas de sus selecciones pegan duro.

El lunes, Brasil tembló en el cuadro masculino ante Francia pero evitó la debacle pasando a los cuartos de final, donde este miércoles enfrentará a su archirrival Argentina.

Pero para el entrenador de la selección femenina, José Guimaraes, la 'torcida' está dejando de lado la desmesura.

"El dolor es enorme por el resultado", comentó el timonel.

Pero "vivimos una atmósfera olímpica donde muchos reconocen los resultados de nuestros atletas, incluso si es una plata medalla o bronce tiene un significado y eso no era así hace algunos años", acotó.

Una tolerancia que demostraron los asistentes al partido que despidieron a las jugadoras entre gritos de aliento y aplausos.

Para el recuerdo del público y del equipo quedarán las noches soñadas en el estadio con una fiesta multicolor en las tribunas y la exuberancia de un juego físico que demolió a todos sus rivales en la fase inicial.

Un andar perfecto que hizo aún más difícil de digerir el golpe de caer ante China 3-2 con un 15-13 final, una derrota que en los próximos meses intentarán asumir las jugadoras y que será menos pesado para los hinchas sólo si los hombres salvan el honor de la 'canarinha' colgándose el oro.

gfe/ol

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