Cal cumple 10 años de su primera medalla olímpica y buscará la sexta en Río

  • El español con más medallas olímpicas, David Cal, conmemora hoy los diez años de la primera de sus cinco preseas, lograda en C-1 1.000 metros en Atenas 2004; ahora un decenio después se prepara para Río 2016, donde su técnico dice que "si quiere puede lograr la sexta, depende de su voluntad férrea".

Oviedo, 27 ago.- El español con más medallas olímpicas, David Cal, conmemora hoy los diez años de la primera de sus cinco preseas, lograda en C-1 1.000 metros en Atenas 2004; ahora un decenio después se prepara para Río 2016, donde su técnico dice que "si quiere puede lograr la sexta, depende de su voluntad férrea".

Cal (Hio, Pontevedra, 10 octubre 1982) estrenó su palmarés como medallista olímpico el 27 de agosto de 2004 cuando logró la medalla de oro en C-1 1.000 metros en el campo de regatas de Schinias (Grecia), a la que sumó cuatro platas en C-1 500 en Atenas 2004; C-1 1.000 y 500 metros en Pekín 2008 y C-1 1.000 en Londres 2012.

El gallego marchó el pasado año a Brasil para trabajar junto a su entrenador, Suso Morlán, que tras acordar una excedencia con la Federación Española de Piragüismo se había trasladado a Sao Paolo para hacer cargo de la preparación de los canoístas del país organizador de la próxima cita olímpica.

"Quiero verle con hambre de éxito, que todavía no le he visto", ha declarado a Efe Morlán, para quien David Cal "hasta ahora se lo está pasando muy bien, divirtiéndose mucho. No está finito; sabe que no le llega si quiere algo más, y eso es una vuelta de tuerca a su propia voluntad".

Sobre las opciones en Río del mejor deportista español de todos los tiempos en competición olímpica, afirma que Cal es candidato al podio si él quiere, y apunta que el objetivo de la quinta medalla "era facilísimo porque él tenía hambre de esa medalla".

"La duda razonable de David de seguir o no es que entienda que la sexta es coleccionismo", ha explicado Morlán, pero asegura que su discípulo "no va a mejorar su estatus por tener media docena, simplemente colecciona un poco más".

El entrenador considera una "anécdota" la posibilidad de tener a dos medallistas, Cal con España y Queiroz con Brasil, en el podio de Río 2016.

"Ambos tienen claro que a mí me da absolutamente igual, porque yo no voy a proteger más a uno que a otro en función de dónde trabajo o con quien llevo más tiempo", ha aseverado Morlán, que ha advertido de que "el deporte de elite es competición pura, donde el que consigue más méritos es el que ha remado mejor o gestionado mejor la carrera".

Su condición de entrenador de dos de los favoritos a medalla olímpica ha precisado que no le causa "ni el más mínimo problema", y ha explicado: "Brasil tiene un equipo con cuatro y hay un español que entrena con ellos; a efectos prácticos somos cinco".

"Lo que se 'peguen' en el agua forma parte del proceso, cada uno va a hacer lo suyo, y yo no tengo preferencia por ninguno de ellos", ha expresado Morlán, para quien Isaquias "tiene mucho talento pero tiene que aprender de David" mientras que Cal "es Cal, pero si en 2014 quiere lograr la clasificación olímpica va a tener que dar una vueltita de rosca a su estado de forma y a su entrenamiento porque sabe que así no le va a llegar".

"Si llegan al agua y los dos ganan una medalla pues sería feliz en la vida porque tendría a los dos en el podio", ha comentado el entrenador, al que el puesto no le "importa" porque "va a ser el que se merezcan" y eso afirma que él no lo marca.

En el Mundial 2014, disputado en Moscú a principios de agosto, ambos canoistas cumplieron sus respectivas metas, con Cal como finalista -ya que lejos de su mejor forma acabó séptimo favorecido por el vuelco de Isaquias y la descalificación del bielorruso Maksim Piatrou- y Queiroz, campeón del mundo en C-1 500.

"Isaquias tiene claro porque ganó a David y este porque le venció el brasileño", ha asegurado el preparador, al que el entreno diario de ambos no le causa "ningún problema".

"Si les tengo que castigar lo hago igual, si les tengo que dar una tarde libre, también; tengo un comportamiento absolutamente plano con ellos, y ellos lo saben", ha agregado.

Para él compatibilizar el entrenamiento le ha dejado algunas "anécdotas graciosas", entre ellas la vivida en la cita mundialista cuando ambos se disponían a embarcar a la vez. "Como uno es diestro y el otro zurdo se pusieron uno a cada lado del pantalán, les dije 'esto no me lo hacéis más. Primero acompaño a uno y voy a por el otro, que sino me matáis de un lado para el otro".

Ha calificado como "muy buena y positiva" la experiencia brasileña por la que se decantó después de que Cal lograra la quinta medalla olímpica. "No tenía claro si quería continuar, y yo también tenía dudas sobre seguir aún en España", ha revelado el técnico, que ha considerado "muy atractiva" la oferta, ya que estar allí le sitúa "más cerca" de su familia en Colombia.

"Conocía al grupo que iba a entrenar pero no tenía referencias exactas de ellos", ha señalado en referencia a un equipo conformado "solo por cuatro canoistas: un velocista, dos jovencitos que podían hacer C-2 e Isaquias Queiroz, ganador del Mundial júnior, sin resultados durante los dos últimos años".

"Con eso había que hacer un equipo", ha comentado Morlán, conocedor de que existía "talentillo para trabajar" lo que le hizo decantarse por la oferta del Comité Olímpico de Brasil, que "no hubiera aceptado" si el proponente hubiera sido Chile.

El hecho de que los próximos Juegos Olímpicos se disputen en Río de Janeiro no suponen "presión" para el preparador español pero "sí una responsabilidad grande", porque el país que organiza esa competición "te da a sus mejores deportistas para intentar conseguir medallas en sus Juegos".

"Sé que el año que viene hay que conseguir las plazas de clasificación y en Río lograr una medalla, que estoy convencido y no tengo dudas de que vamos conseguirlo", ha afirmado el técnico, que se hizo cargo de los palistas del equipo sudamericano, que "con 17 semanas de trabajo, casi sin entrenamiento, deslumbraron en el Mundial con resultados un poco absurdos, por lo mucho y muy rápido que habían trabajado".

Ha añadido que 2014 era como el segundo año del ciclo olímpico, que suponía 4.500 kilómetros. "Los pobres nunca entrenaron tanto, les pegué una paliza espectacular de tiempo y kilómetros, había que recuperar todo lo que no se hizo antes", ha dicho Morlán, que sabe que en 2015 toca "clasificar" porque no todos tienen asegurada plaza, que Brasil como país organizador ya tiene garantizada en 1.000 metros en hombres K-1 y C-1 y en mujeres K-1 500.

Morlán en excedencia hasta octubre de 2016, no sabe qué decisión tomará entonces. "Otra oferta ya la tengo pero no quiero seguir mucho tiempo en esto; tengo superdecidido que en 2020 no voy a seguir, no quiero ser un viejo cascarrabias en la lancha, que no tenga movilidad ni fuerza para lidiar con estos toros", ha concluido el preparador, que no sabe si se mantendrá "vinculado al piragüismo, la detección de talentos o programas federativos".

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